El presidente de Petrobras, Pedro Parente, renunció, en medio del paro de camioneros para que la petrolera estatal reduzca los precios de los combustibles. Las acciones de la compañía comenzaron a caer.
La dimisión había sido exigida por la Federación Única de los Petroleros (FUP), que reúne a un grueso de los sindicatos de empleados de las petroleras, que lo acusan de “ser un defensor incondicional de privatizaciones estatales”.
El ministro de la Presidencia de Brasil, Eliseu Padilha, había dicho que el Gobierno “ni analizará” una posible dimisión de Parente, por la afinidad del directivo de Petrobras con la intención del presidente Michel Temer de hacer de Petrobras “de nuevo, una de las mayores petroleras del mundo”, como indicó el portal LaRed21.
En tanto que los movimientos camioneros están en huelga desde hace una semana, lo que ha causado una crisis en el abastecimiento de combustibles y alimentos, como indicó el portal Globo.com.
Padilha añadió que Petrobras está saliendo de una profunda crisis por los escándalos de corrupción, y que esa recuperación se atribuye a la gestión iniciada por Parente.
Temer se reunió con Parente esta mañana en el Palacionde Planalto, en Brasilia.
En el acuerdo para cerrar la huelga de los camioneros, el gobierno adoptó medidas para reducir en 0,46 reales el precio del litro del diesel en las refinerías. El valor quedará sin reajuste por 60 días y, después, será reevaluado cada mes.
Para hacer viable la reducción del litro del combustible, el Gobierno decidió acabar con beneficios para la industria química, casi eliminar incentivos para exportadores y cancelar parte de los gastos de una serie de programas públicos.
El subsidio para el precio del diesel costará 9,58 mil millones de reales y equivale a una reducción de 0,30 reales en el precio del litro del combustible. Para conceder el descuento adicional de 0,16 reales.
“El Gobierno ya cumplió con su parte. Ahora, tienen que cumplir ellos”, comentó Padilha.
