Un nuevo paquete de medidas económicas que buscaba ser aprobado desde el partido Republicano se cayó hoy, en un intento más por la administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por darle vida a un nuevo conjunto de medidas que busca aliviar la carga fiscal de la nación, y mejorar condiciones a empresas y ciudadanos.
El plan contemplaba una inversión cercana a los US$300.000 millones; y fijaba inyecciones a empresas con la idea de seguir motivando la creación de más puestos de trabajo.
Hay que recordar que hoy el Departamento de Trabajo de ese país informó 886.000 nuevas solicitudes al subsidio de desempleo, el dato si bien se mantiene todavía debajo del millón, supera las expectativas de los analistas: 850.000.
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La iniciativa no pasó en el Congreso estadounidense luego de una votación de 52 a 47, liderada por los demócratas. Se necesitaban, como mínimo, 60 votos positivos al proyecto.
La bancada oficialista rechazó que el Senado hundiera el quinto plan económico toda vez que, según su representante mayoritario Mitch McConnell, es necesario por cuenta del incremento de casos por coronavirus y un auge en el cierre de operaciones de compañías locales.
“Pueden decirles a las familias estadounidenses que se preocupan más por la política que por ayudarlas”, dijo McConnell, en declaraciones recogidas por CNBC.
Los argumentos que se expusieron desde el partido Demócrata giraron en torno a la no inclusión de ayudas a los gobiernos estatales y locales, además de recursos para asistencias alimentarias.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, dijo en declaraciones entregadas a medios estadounidenses que espera que pueda aprobarse una nueva iniciativa, que incluya las proposiciones de la oposición, antes del día de elecciones.
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