Este jueves es un día clave para la Organización Trump, pues está previsto que el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presenten los cargos contra la firma del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, por presuntos delitos de fraude fiscal que salpicarían a sus principales directivos.
Todo comenzó en febrero de 2019 cuando el exabogado del exmandatario, Michel Cohen, declaró ante el Congreso afirmando que su exjefe cambiaba los valores de sus propiedades ante los bancos, buscando obtener mayores préstamos.
Ese proceso prendió las alarmas de los fiscales y ambos comenzaron, en separado, investigaciones contra Trump y sus negocios, revisando posibles evasiones de impuestos de la empresa y del magnate, hasta que en mayo unieron sus esfuerzos para llevar el apellido Trump ante la justicia.
Allen Weisselberg, director financiero de la Organización Trump, se entregó este jueves en la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, quien ha liderado ese proceso durante los últimos cuatro años, buscando pruebas sobre los posibles delitos de evasión de la firma.
Weisselberg y otros representantes del consorcio deberán comparecer ante los jueces. Los trabajadores de la empresa de la familia Trump son investigados por, presuntamente, evitar el pago de impuestos y recibir compensaciones como vehículos, apartamentos o matrículas en escuelas privadas, según adelantó The Wall Street Journal.
El detalle de la acusación se mantiene en secreto y se prevé que, en un primer momento, no se presenten cargos contra el exmandatario, quien durante décadas ha sido uno de los hombres más ricos de Estados Unidos.
Una investigación de New York Times publicada en septiembre de 2020 reveló las declaraciones de impuestos realizadas por Trump durante 18 años, además de datos de sus empresas, un hito clave después de que el mandatario se negara a revelar sus cuentas mientras estuvo en la Casa Blanca.
Según esa pesquisa, Trump dejó de pagar impuestos federales por ingresos durante 11 años. Y en 2017, cuando ya había llegado a la Presidencia, solo canceló un monto de US$750, a pesar de ser uno de los hombres más ricos del país y de América.
Sus negocios, como los campos de golf, han declarado pérdidas ante las autoridades tributarias, pero el expresidente y su familia siguen teniendo una vida de lujos. Los hijos del exmandatario de Estados Unidos también están vinculados con la Organización Trump.
Otro suceso clave de las investigaciones por presuntos delitos fiscales contra esa familia sucedió en febrero, cuando el Tribunal Supremo permitió a los jueces revisar ocho años de declaraciones de impuestos.
Con la posible lectura de cargos de los fiscales de Estados Unidos contra la Organización Trump, por posibles delitos de evasión fiscal, se abriría un boquete contra el exmandatario, quien ha prometido aspirar a la Presidencia en 2023.
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