Morgan Stanley entregó un nuevo análisis de coyuntura sobre América Latina. El documento aborda varios aspectos de lo que se espera sea la política económica (teniendo como base la reforma tributaria) y la política monetaria en el horizonte más cercano.
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Arranca Morgan Stanley por advertir que el crecimiento sorpresivo del dato de inflación para julio puede manifestarle al Banco de la República un nuevo escenario macro.
Dicho fenómeno da cuenta de que próximamente se estaría ante la decisión de subir tasas de interés. Justamente Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, ya mencionó que parece haber menos espacio para mantener tasas bajas en Colombia.
“En el frente de los datos, los indicadores de actividad de junio confirmaron que la economía se normalizó rápidamente a partir de las interrupciones de mayo, mientras que en el frente legislativo el proyecto de reforma fiscal aún no ha avanzado en la comisión especial”, añade Morgan Stanley.
Con esto de base, las expectativas de la firma están para que el resultado sobre el PIB de Colombia, del segundo trimestre, denote una “modesta contracción secuencial en medio de restricciones de movilidad y la racha de disturbios sociales de mayo a junio”.
A la espera eso sí de lo que pueda pasar con el proceso de la reforma tributaria ante el Congreso de la República.
Mientras esto sucede, Morgan Stanley explica que el desafío fiscal debería prolongarse en el mediano plazo, “y vemos la necesidad de otra reforma fiscal que aumente los ingresos en un 1,5 % del PIB”.
Lo anterior teniendo en cuenta que el nivel de gasto en 2020-2022 aumenta la urgencia de la consolidación fiscal “y, al mismo tiempo, hace que esta tarea sea más desafiante”.
Son dos los pilares en esa urgencia: hay una carga política difícil de resolver sobre las trasferencias sociales y la carga de intereses de Colombia, que ha aumentado materialmente desde el inicio de la pandemia.
Con base en esto, “pensamos que esta vez la reforma terminará aprobando, pero sus ahorros fiscales netos, que vemos entre el 0,7 % y el 0,8 % del PIB, son claramente insuficientes para financiar un mayor gasto público”.
Y agrega Morgan Stanley que de ahí la necesidad por contar con una reforma tributaria que recaude 1,5 % del PIB “más o menos en ingresos para financiar un gobierno permanentemente más grande y permitir que la dinámica de la deuda se estabilice en este marco. escenario de mayor gasto social”.
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