‘Boom de petroleras’: BP alcanzó utilidades récord en 2022 y duplicó beneficios

La petrolera British Petroleum (BP) anunció beneficios récord de 25.744 millones de euros (23.000 millones de libras) para el total de 2022.

Tanque de BP
Barriles de petrolera BP en el mundo/Imagen de BP
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El gigante petrolero British Petroleum (BP) anunció este martes beneficios récord de 25.744 millones de euros (23.000 millones de libras) para el total de 2022, un 115,7 % más que el año anterior.

Los ingresos de la compañía son más del doble de los que registró en el anterior ejercicio, cuando consiguió más de 11.900 millones de euros en beneficios (unos 12.800 millones de libras), impulsados por el ‘boom’ que desató la guerra entre Rusia y Ucrania.

Además, BP ha conseguido reducir su deuda al situarla en 2022 en US$21.422 millones (19.943 millones de euros), una caída del 30 % respecto al año anterior.

Según precisa, la deuda de la petrolera BP ha caído por undécimo trimestre consecutivo.

El Ebitda de la compañía -ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización- fue de US$60.747 millones (56.555 millones de euros), un 62 % más que el año anterior.

Balance de otras petroleras en el mundo

Los resultados de British Petroleum llegan después de que otras empresas petroleas, como Shell, hayan registrado también en 2022 ingresos nunca vistos. En el caso de Shell, la firma británica anunció la semana pasada que había ganado más de 37 millones de euros (unos US$40 millones).

La obtención de beneficios récord no solo se está dando en Reino Unido, sino en el mundo después de que los precios del crudo y del gas alcanzaran el año pasado valores récord.

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También la semana pasada, Exxon, la mayor petrolera de Estados Unidos, anunció que en 2022 logró el mayor beneficio de su historia con US$55.740 millones, un 142 % más que el ejercicio anterior.

Los beneficios espectaculares obtenidos por los gigantes energéticos británicos BP y Shell a principios de 2022 llevaron al Gobierno conservador del Reino Unido, entonces liderado por Boris Johnson, a imponer el pasado mayo un impuesto único —y de carácter temporal— del 25 % a los beneficios extraordinarios.

El Tesoro británico confiaba en obtener cerca de 5.800 millones de euros de ingresos con el gravamen, que antes de su aprobación había sido reclamado por la oposición laborista.

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