Luego que el presidente de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed), Jerome Powell, mostrara señales favorables para bajar los tipos de interés en favor de apoyar la expansión económica, en Colombia se abrió la discusión de una posible rebaja en la tasa de política monetaria del Banco de la República.
En ocasiones anteriores, el gerente general del emisor, Juan José Echavarría, había afirmado que una posible reducción en las tasas de la Fed podría tener implicaciones en Colombia.
“En los Estados Unidos hoy hay una discusión grande sobre reducción de tasas y eso podría afectar a Colombia”, dijo Echavarría en aquella ocasión.
Ahora que el mercado de EE. UU. está atento a una posible rebaja en las tasas de la Fed, el mercado colombiano no cree que el emisor siga los pasos del banco central de Estados Unidos y baje los tipos de intervención.
“Yo no creo que haya una rebaja en las tasas, son entidades independientes (Fed y Banco de la República) y todo depende de hacia dónde se dirija el dólar”, dijo Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de la comisionista del Grupo Aval, Casa de Bolsa.
El analista agregó que espera que el dólar siga ganando terreno frente al peso colombiano, razón por la cual no se podría llevar a cabo una reducción en la tasa del emisor.
“El dólar tendría que caer por debajo de los $2.800 para que el emisor bajara tasas. Sin embargo, la tasa de cambio inferior a ese precio no es buena para la economía porque varios sectores se podrían estar viendo afectados”, agregó.
De otro lado, Julio Romero, economista en jefe de Corficolombiana, tampoco cree que el Banco de la República baje sus tasas.
“En Corficolombiana creemos que el emisor va a mantener la estabilidad en las tasas. Hay que estar muy atentos a la inflación porque ya son dos meses seguidos en los que ha aumentado”, explicó Romero.
Con relación al dólar, los expertos creen que a pesar del buen comportamiento que ha tenido la divisa luego que el emisor suspendiera su programa de acumulación de reservas, la principal amenaza siguen siendo los factores externos (en especial, la guerra comercial).
Ambos analistas consideran que el crecimiento en el primer trimestre de 2019, 2,8 % según el Dane, dificulta la posibilidad de cumplir la meta de crecimiento del Gobierno Nacional para este año que es de 3,5 %.
El Banco de la República ya completa 13 meses con su tasa de política monetaria estable en 4,25 %, desde la rebaja que hizo de 0,25 % en abril de 2018. En la reunión de la Junta Directiva del emisor en junio habrá decisión sobre tasas.
De su parte, Credicorp Capital dijo en un reporte que, a pesar de que la inflación total estuvo en línea con las expectativas en mayo de 2019, incrementó su pronóstico de fin de año de 3.3% a 3.5%.
En general, dijo, todas las presiones provienen del lado de la oferta son las razones principales detrás de esta visión cambiada, mientras que lo observado en los últimos tres meses mostró que el escenario de dinámica débil de los precios observado a principios de 2019 se desvaneció bastante rápidamente.
En el frente de la política monetaria, Credicorp afirmó que el gerente del emisor dijo que el comportamiento de la actividad ha sido decepcionante con respecto al año anterior después de que el crecimiento del PIB del primer trimestre se ubicara muy por debajo del pronóstico del BanRep (2.3% vs 3.2%), claramente presentando fuertes riesgos a la baja para su pronóstico por encima del consenso para el conjunto año del 3,5%.
Después de los comentarios de Echavarría, la pregunta ha sido si el BanRep puede abrir la puerta para un recorte de tasas.
Por ahora, “creemos que lo más probable es que el emisor permanezca en espera durante más tiempo en medio de los riesgos de crecimiento, mientras que el amplio déficit de la cuenta corriente y las expectativas de inflación cercanas al 3,4% (consideradas como preocupantes por Echavarría) deberían limitar la discusión de un recorte de tasas, al menos a corto plazo”.
Dicho esto, concluyó que las expectativas de la política monetaria están cambiando fuerte y rápidamente en todo el mundo en medio de una mayor incertidumbre, y esto debe reconocerse.
De su parte, la comisionista Ultraserfinco aseguró que la inflación sin alimentos se mantenido en torno al 3.25%, lo podría considerarse un parte de tranquilidad para el Banco de la República.
Sin embargo, debido a elementos como el cambio en la estacionalidad de la canasta y la devaluación acumulada en el año, habría razones para creer que no debería ser tan paciente con los futuros ajustes en la tasa de interés, más si el gerente del emisor ha expresado se preocupación recientemente por el aumento de las expectativas de inflación.
La firma dijo que la información disponible hasta el momento soporta su expectativa de inflación para el cierre de año en un rango de 3.30% – 3.40%, con dato más probable 3.34%. “Lo anterior a la luz de la evidencia que
pueda presentarse en el futuro de efectos del passthrough cambiario, la incidencia de las lluvias en el país y de la permanencia de los cierres viales”.
Finalmente, el jefe de investigaciones de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, dijo en un reporte que los datos de inflación de mayo no cambiarán las expectativas de inflación para el año o para horizontes más largos, y que estas continúan ancladas cerca de la meta de inflación, aunque un poco por arriba del punto medio.
Por lo tanto, mantuvo su escenario base de un solo aumento de la tasa en la tasa de interés en septiembre de 2019, al 4,5 %.
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