La dinámica ha sido la misma desde que Gustavo Petro llegó a la Presidencia de Colombia. Aunque se sienta a hablar con los empresarios, también los ataca. Y esos ataques, además de parecer sistemáticos, minan la confianza.
Esta semana, no fue la excepción. El martes, Petro se encontró en la Casa de Nariño, durante tres horas, con los miembros del Consejo Gremial Nacional, que reúne a los 32 gremios más importantes del país.
Pero antes ya había dicho que “mamola” a la posibilidad de cambiar la reforma laboral. Además, al término de la reunión, lejos de un tono conciliador, la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, aseguró respecto a los empresarios que “se acabó el síndrome de la última Coca Cola del desierto”.
Las críticas a esas posturas se centran, sobre todo, en que esos ataques a los empresarios dificultan el avance del país y ponen en riesgo la economía. En palabras de Germán Arce, presidente del Consejo Gremial y de Asofiduciarias, “nosotros entendemos que para que al país le vaya bien, al Gobierno y a las empresas les tiene que ir bien”.
La situación ha llegado al plano internacional. El escritor Andrés Oppenheimer, en su columna en el Miami Herald, se refirió, este viernes 1 de septiembre, a Gustavo Petro como un “presidente part-time”. Por cuenta de sus desplantes en importantes eventos como la Cumbre del Amazonas en Brasil y el Congreso de la ANDI.
En palabras de Arce: “Llevamos un año de muchas discusiones y pocos acuerdos. El éxito de la gestión público-privada es la capacidad de llegar a acuerdos que resuelvan los problemas de la ciudadanía”.
Incumplimientos a empresarios
Aunque este martes fue la reunión, Gustavo Petro ya venía de dos incumplimientos con los empresarios. El primero fue el de la clausura del Congreso de la ANDI, que se realizó entre el 16 y el 18 de agosto. Desde que se realiza el encuentro, hace 70 años, se dijo que el mandatario fue el primero en no llegar a la clausura.
Posterior a eso, se dijo que habría una reunión con el Consejo Gremial. No obstante, esa primera cita se aplazó una semana más, hasta que se dio esta semana. Y, aunque varios, como Germán Arce, resaltaron la disposición de escucha, otros cuestionaron la finalidad de la reunión y la falta de resultados concretos.
Una fuente, por ejemplo, dijo que Petro no mostró un énfasis especial en cómo se generará confianza entre los empresarios y el Gobierno Nacional. También, que hubo poco interés por parte del presidente para plantear un plan de reactivación económica para responder a la desaceleración.
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Ataques de Gustavo Petro a Grupo Argos y Grupo Aval
Pero más allá de la reunión, hubo también críticas a dos importantes grupos empresariales de Colombia.
Por un lado, estuvieron las críticas que hizo a Grupo Aval, luego de que se conociera el acuerdo de pago por US$60 millones al que llegó con las autoridades estadounidenses por su papel en el escándalo de Odebrecht.
Incluso, según un reporte de La Silla Vacía, “el gobierno de Gustavo Petro estudia el camino legal para inhabilitarlos, mientras que, por ahora, el Grupo Aval sigue blindado jurídicamente”.
Y no solo eso, criticó a las autoridades colombianas: “Desde la Superintendencia de Industria y Comercio hasta la Fiscalía se dedicaron a dejar sin justicia el caso Odebrecht por defender los intereses particulares del Grupo Aval”.
Esta semana, por otra parte, se fue lanza en ristre contra Grupo Argos. Durante una entrega de tierras a víctimas del conflicto armado en El Salado, Montes de María (Bolívar), Petro aseguró que Grupo Argos se quedó con tierras de los desplazados en esa región del Caribe colombiano.
La afirmación generó críticas. Grupo Argos fue enfático en que la declaración de Petro no es cierta. Por el contrario, que fue un comprador de buena fe de las tierras de las que habló el presidente.
Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos, envió una carta en la que afirmó que cualquier señalamiento de despojo o desplazamiento, en el que no hemos incurrido”.
Además, dos exministros de Hacienda cuestionaron las palabras de Petro en contra de Grupo Argos.
José Manuel Restrepo, actual rector de la Universidad EIA, dijo: “El presidente de la Republica debe tener más rigor al expresar sus opiniones porque afectan la confianza y buen nombre de actores empresariales”. Y Mauricio Cárdenas afirmó que “el profesionalismo del Grupo Argos contrasta con la ligereza de las afirmaciones del presidente Petro”.
La alerta de las EPS y la respuesta de Gustavo Petro
Otro punto en la discusión fue cuando, el pasado 22 de agosto, tres de las EPS más grandes de Colombia, Sura, Sanitas y Compensar, enviaron una carta advirtiendo que, a finales de septiembre, no tendrían el presupuesto necesario para continuar su servicio. Las tres EPS tienen más de 14 millones de afiliados.
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“Es nuestra intención y responsabilidad presentarle a usted, de primera mano, la difícil y angustiosa situación financiera que atraviesa nuestro sistema de salud. Y así mismo, manifestarle la gran preocupación de viabilidad que hoy enfrentamos como EPS”, manifestaron las EPS.
Sin embargo, Petro cuestionó duramente a las entidades prestadoras de salud. “Los recursos públicos que entregamos se trasladan a bolsillos privados irregularmente y deterioran la red pública y la privada no vinculada a propietarios y administradores de EPS, escribió en Twitter.
Y agregó: “El gobierno ha entrado a vigilar y controlar que estas irregularidades no pasen y de ahí el descontento de quienes usualmente hacían estas irregularidades”.
Empresas advierten menos inversiones
La situación de esos ataques a empresarios ha llevado a que, a pesar de que cifras como la inflación ha empezado a ceder, la economía también se enfrenta a un momento de riesgo.
De acuerdo con la más reciente Encuesta de Ritmo Empresarial, realizada por 27 cámaras de comercio de Colombia, en el segundo semestre de 2023 se proyecta una disminución en las inversiones de las empresas.
El 45,8 % de los encuestados dijo esperar un aumento en sus ventas en el segundo semestre del año. Además, 30 % respondió que espera que la situación económica esté mejor o mucho mejor en los próximos seis meses.
Sin embargo, eso no evita que haya prudencia frente a las inversiones que harán. 23,5% manifestaron que aplazarán y/o descartarán sus proyectos de inversión (es decir, el 40,1% de los que sí tenían contemplado invertir)
Esto por: incertidumbre económica (47 %), incertidumbre política (39,3 %), incremento en tasas de interés (24 %), inflación (23,1 %), flujo de caja (20,5 %), tasa de cambio (14,9 %) e incremento en el monto de inversiones (8,8 %).
Además, 38,3 % de los empresarios en Colombia reportaron disminución de ventas en el primer semestre de 2023.
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Seguridad: una preocupación
Hay, también, otra alerta. En la mencionada reunión de empresarios con Petro, uno de los temas llevados por los empresarios fue los riesgos de la seguridad.
“Queríamos hablar del deterioro de la seguridad. Hay un problema en los hechos concretos y uno adicional en el impacto de las expectativas de la ciudadanía, de la inversión y en la economía. El efecto es que se dejan de tomar decisiones de inversiones que la economía necesita”, dijo Germán Arce a Valora Analitik.
Y las cifras de la más reciente encuesta Invamer lo respaldan. Cuando se les preguntó sobre los problemas actuales de la ciudad que desearían que el próximo alcalde o alcaldesa abordara, los resultados fueron los siguientes: en Bogotá, un 79,4 % destacó la inseguridad; en Medellín, aunque en menor medida, un 54,3 % también consideró la inseguridad como una prioridad.
En la ciudad de Cali, la cifra alcanzó un 69,8 %, subrayó la inseguridad como tema de principal preocupación. Finalmente, en Barranquilla, el 77,2 % compartió la misma perspectiva.
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