El Banco de la República permanecería en espera hasta fin de año y es probable que la Junta Directiva se sienta cómoda con la postura expansiva que ha venido desarrollando, mencionaron los analistas de BNP Paribas para Latinoamérica, Marcelo Carvalho y Luiz Eduardo Peixoto.
“La actividad económica, aunque en curso de clara recuperación, todavía muestra tasas de crecimiento por debajo del potencial”, precisaron.
Indicaron que es probable que la junta exprese su preocupación por los riegos de la inflación en el segundo semestre.
No obstante, los riesgos parecen estar disminuyendo en el frente externo a medida que el déficit de la cuenta corriente se estrecha y los flujos de cartera se mantienen sólidos.
La mejora en el dato de confianza empresarial es una de las razones por las que prevén, de manera consensuada, que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sea del 3 % y 3,5 % a/a para el 2018 y el 2019, respectivamente.
En el frente político, mencionaron que la atención se centrará en las negociaciones en curso entre los partidos para formar una coalición en el Congreso.
“El presidente electo, Iván Duque, podría llegar a tener el apoyo tres cuartas partes de los congresistas; aun así, tendrá que negociar con los partidos Cambio Radical y el Partido de la U. Juntos, los partidos centristas ocupan un cuarto de los escaños en la actual legislatura (2018-2022). Independientemente del resultado de estas negociaciones, Duque disfrutará del apoyo suficiente en el Congreso para seguir adelante con su agenda política”, comentaron.
De otra parte, los analistas dijeron que mientras que la inflación permanece cerca al objetivo, el riesgo para el segundo semestre ha subido.
“Con la alta probabilidad del fenómeno de El Niño y los altos precios del petróleo, vemos el potencial de presión en los precios de los alimentos y la energía. Con una tendencia a la baja en la inflación y la reducción de los riesgos externos, el Emisor parece sentirse cómodo con su postura actual, pero sigue preocupándose por los subgrupos del índice de precios del consumidor (IPC)”, señalaron.
‘El Niño’ está asociado con precios más altos de los alimentos en Colombia y, adicionalmente, el Centro de Predicción Climatológica de Estados Unidos (CPC por sus siglas en inglés) ha señalado que habrá una alta probabilidad de que el fenómeno tendrá una alta probabilidad de ocurrir en el último trimestre de 2018 (por encima de 60 %, empezando en diciembre).
“Nuestro estimado indica que un fenómeno de ‘El Niño’ moderado puede, en promedio añadir 20 puntos básicos al IPC general anual durante su aparición, incluidos los efectos retardados», agregaron.
Los analistas añadieron que el impacto alcanza su punto máximo un trimestre después de que el evento se vuelva moderado, lo que significa que es más probable que se sienta en el primer trimestre de 2019: “De cualquier forma, no esperamos que El Niño influya en nuestras previsiones de inflación general de 3 % y 3,5 % para 2018 y 2019, respectivamente”.
No se espera un suceso extremo
La posibilidad de un fenómeno de ‘El Niño’ intenso es un riesgo clave que debe ser monitoreado. ‘El Niño’ entre 2015 y 2016 dejó varias inundaciones e incendios en todo el territorio nacional.
Sin embargo, algunos analistas han afirmado que si algún evento de estos vuelve a ocurrir puede significar un podría significar un shock de suministro más severo en 2019, escenario «que nosotros no contemplamos».
“Por el contrario, nuestras estimaciones también muestran que los eventos de baja intensidad no tienen un impacto significativo en el IPC”, precisaron.
Finalmente, sugieren que el impacto de la reciente apreciación del peso colombiano sobre la inflación debería ser limitado.
“De acuerdo con nuestro equipo de estrategas, el peso está cerca del valor justo y tiene un alcance que se puede apreciar en el corto plazo. Además, la brecha de producción sigue siendo amplia, lo que limita presiones en la demanda para una recuperación incipiente”, afirmaron.