La normativa aprobada por la Generalitat que impone la precontratación a la hora de utilizar los servicios de una VTC (Vehículos de Turismo con Conductor) ha provocado que la compañía española Cabify se una a Uber y deje de operar en Barcelona.
Así lo ha anunciado la aplicación en la mañana de este jueves, lamentando que el Govern “haya cedido a la presión y las exigencias del sector del taxi, perjudicando gravemente el interés ciudadano”.
El texto aprobado en el Parlament el pasado martes, que entrará en vigor este viernes 1 de febrero, ha provocado que tanto Uber como Cabify abandonen Barcelona por la imposibilidad de prestar el servicio como venían haciendo hasta ahora.
De esta manera el sector de las VTC, que generaba 3.000 empleos en Cataluña, se queda desierto en Barcelona. “El decreto ley destruye por completo el mercado en el que se venía trabajando y causa un impacto inmediato en todas las empresas del sector, incluyendo a Cabify”, dice el comunicado.
“Tras revisar el texto, la compañía concluye que esta regulación tiene como único objetivo la expulsión directa de la aplicación Cabify y de sus empresas colaboradoras de Cataluña y Barcelona”, reza la nota.
Cabify ha criticado la decisión del consejero de Transportes, Damiá Calvet, de aprobar esas restricciones a la actividad de las VTC, alegando que se trata de “medidas artificiales y altamente restrictivas” y que generan “grave perjuicio para el ciudadano desde el punto de vista de la competencia y la calidad del servicio”.
La propia compañía también ha confirmado que el 98,5% de los viajes que ha gestionado a través de su aplicación están por debajo de los 15 minutos de espera que ha impuesto el Govern, por lo que seguir operando como hasta ahora era imposible.
“Hasta pronto, Barcelona”
Igual que ha hecho Cabify, Uber también ha anunciado este jueves que dejará de prestar servicio en Barcelona. La compañía estadounidense, que ofrecía UberX en Cataluña, deja así su segundo mercado en nuestro país tras aterrizar hace menos de 12 meses.
“Hace casi un año volvimos a Barcelona con un compromiso: hacer las cosas bien. Desde entonces, más de medio millón de personas nos habéis elegido para moveros por la ciudad”, explica la compañía en un comunicado, afirmando que “ante las restricciones a las VTC aprobadas por la Generalitat, nos vemos obligados a suspender el servicio de UberX”.
“Queremos que exista una regulación. Pero para contribuir a la vida de una ciudad necesitamos que sea justa”, explican desde la compañía. “La obligación de esperar 15 minutos para viajar en una VTC no existe en ningún lugar de Europa, y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda como UberX”, cuenta el comunicado que confirma su adiós.
Uber aterrizó con UberPop en Barcelona en el año 2014 sin contar con las autoridades y se encontró con una denuncia del taxi, que llevó el caso hasta los tribunales europeos y provocó la suspensión del servicio. La compañía estadounidense no regresó a las calles catalanas hasta marzo del año pasado.