La Superintendencia de Pensiones en Chile informó que, a la fecha, medio millón de trabajadores en ese país se encuentran bajo suspensión contractual debido a las nuevas 86.076 empresas que solicitaron acogerse a esa ley en medio de la crisis provocada por el coronavirus.
El pico más alto en la suspensión de contratos, según la entidad, se dio en abril, fecha en la que el aumento fue del 42 % y para mayo, aunque el ritmo de solicitudes desaceleró un 16 % —hasta llegar a los 459.155— esta semana con las nuevas peticiones se completó el medio millón de suspensiones contractuales.
Sin embargo, en varios sectores consideran que, al aumentar la rigurosidad en las medidas de aislamiento en la zona conocida como el Gran Santiago, el uso de este instrumento podría dispararse nuevamente para evitar los despidos.
El director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, David Bravo, afirmó que “el impacto más fuerte sobre el mercado laboral debiera darse en mayo y junio y en ese período definitivamente podría subir”. El economista añadió que “los suspendidos ya representan el 6 % de la fuerza de la fuerza de trabajo”.
Nancy Ibaceta, abogada directora de Deloitte, también espera un incremento durante las próximas semanas debido a la cuarentena. Sin embargo, enfatiza que “la ley perjudicará a muchas empresas que no se habían acogido a la ley, pero que quizás estaban analizando hacerlo este mes por el efecto de las nuevas cuarentenas”.
Nuevas modificaciones
Considerando que la crisis se puede extender por un mayor tiempo del esperado, y con ella los efectos en la economía y el empleo, el Gobierno comenzó a analizar cómo incluir a los trabajadores con contrato previo a la ley que creó e hizo obligatorio el Seguro de Cesantía en 2002.
Esto, porque actualmente este grupo no tiene acceso a este beneficio y, por ende, quedan en una situación aún más compleja para hacer frente a una posibilidad de perder el empleo.
El Ejecutivo se encuentra en fase de cuantificar el número de trabajadores que están en esta condición para luego comenzar a delinear los cambios a la ley.
El Seguro de Cesantía comenzó a regir en octubre de 2002. Desde esa fecha todos los trabajadores con contrato, ya sea indefinido, a plazo fijo, por obra o servicio, regidos por el Código del Trabajo debían tener una cuenta individual, donde tanto él como su empleador deberán cotizar mensualmente un porcentaje de su remuneración.
Al momento de quedar cesante, el trabajador podrá retirar los recursos acumulados en su cuenta individual de cesantía y, de ser necesario, recurrir a un fondo solidario, el cual será constituido con aportes de los empleadores y del Estado.
(Con información de La Tercera).
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