Uno de los conceptos que más se utiliza en economía es el de la Tasa Representativa del Mercado, más conocida como TRM, un término que se refiere al tipo de cambio de la moneda local respecto a una divisa extranjera, frecuentemente el dólar.
Esa expresión habla de la cantidad de pesos necesarios para comprar un dólar. Es decir, muestra la relación entre ambas monedas, y se calcula con base en las operaciones de compra y venta de divisas que se realizan en los mercados regulados.
La estadística tiene en cuenta los precios entre intermediarios financieros que transan en el mercado cambiario, tomando como referencia la fecha del mismo día en el que se realiza la negociación de las divisas. Ver más de Monedas.
La metodología para calcular la TRM es desarrollada por el Banco de la República de Colombia (BanRep), entidad que se encarga de actualizarla según los cambios que se están dando en los mercados.
No obstante, la tarea de revisar diariamente cuál es la TRM corresponde a la Superintendencia Financiera de Colombia, entidad responsable de calcular y certificar el dato de esa tasa según las operaciones que se realizan en los mercados.
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Abraham Londoño, jefe del programa de Economía de la Universidad de Medellín, explica que la TRM representa el promedio aritmético de la compra y venta de divisas o de dólares en el país.
Esta toma como referencia, principalmente, las transacciones que se realizan en las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, a través de las operaciones de los intermediarios financieros autorizados.
“La TRM depende de la oferta y demanda de divisas. Si la oferta es mayor que la demanda lo que sucede es que la TRM es baja. Eso se conoce como reevaluación y significa que la moneda que pierde valor es el peso”, explica Londoño.
Y continúa: “Cuando se aprecia un tipo de cambio, la TRM gana valor. Si la demanda de divisas es mayor que la oferta de divisas, la TRM sube, y al incremento en esa tasa se le conoce como devaluación”.
Es importante destacar que cuando hay devaluación se benefician los exportadores porque reciben más pesos por cada dólar. Sin embargo, ese comportamiento perjudica a los importadores porque traer mercancías al país les va a costar más en pesos por cada dólar. Además, también afecta a las personas que tienen deuda en dólares.
