Control Risks lanzó su RiskMap 2023, en el que destaca cinco categorías clave de riesgo para el próximo año. Siendo la incertidumbre macroeconómica y los escenarios de enfrentamientos geopolíticos algunos de los principales factores a tener en cuenta.
«El riesgo geopolítico, de seguridad, cibernético, operacional y regulatorio es nuestro enfoque para el RiskMap de este año. El año pasado elegimos el terrorismo como un área separada de enfoque, pero el ascenso de los talibanes se ha visto completamente eclipsado por una enorme escalada de hostilidades entre Rusia y Ucrania que ha aumentado el riesgo, la incertidumbre y la volatilidad en casi todas las áreas de nuestro RiskMap», dijo Oliver Wack, socio y director regional para Colombia de Control Risks.
Desde la firma llaman la atención en que el mundo se enfrenta a un escenario complejo de financiación y fortalecimiento de relaciones comerciales con un fuerte crecimiento de la inflación, mayores tasas de interés, entre otros.
Riesgos geopolíticos
Explica Control Risks que el conflicto entre Rusia y Ucrania continuará denotando un alto riesgo geopolítico y de seguridad. Haciendo la salvedad de que hay que sumar el desarrollo del conflicto entre Estados Unidos y China tampoco muestra signos de disminuir pronto.
«A falta de un conflicto activo, las empresas en 2023 deben monitorear los esfuerzos concertados para desacoplar las cadenas de suministro críticas, lo que solo se acelerará a medida que China y Estados Unidos absorban e interpreten las lecciones del conflicto en Ucrania», aseguró Wack.
El llamado a la calma está en que el incremento de esas tensiones bilaterales no afectará de manera generalizada a todas las empresas. Hay, en ese sentido, oportunidades para las empresas estratégicamente ubicadas.
Riesgo de seguridad
Indica el reporte que «las suposiciones sobre pilares como los mercados globalizados y las cadenas de suministro han sido severamente probadas en los últimos tiempos por políticas populistas, guerras comerciales y pandemias».
Al tiempo que se advierte que pocas organizaciones habían considerado seriamente el riesgo de un conflicto regional importante en Europa o Asia Oriental. “En 2023, la guerra, o la perspectiva de guerra, en varias líneas de tiempo y desencadenantes debería ser alta en el registro de riesgo de todos», dijo Wack.
Si bien el desbordamiento de la guerra entre Ucrania y Rusia todavía es posible, incluido el aumento de las tensiones en los Balcanes, los Estados bálticos y Asia Central postsoviética, el espectro renovado del conflicto nuclear también entregará luz sobre otros puntos críticos, como Israel-Irán e India-Pakistán, dice el reporte.
En ese sentido, será clave identificar, preparar y monitorear estos escenarios en el marco de la «planificación estratégica y toma de decisiones de las empresas y organizaciones, no solo un tema para la gestión de crisis localizada y reactiva”.
Riesgo cibernético
Control Risks llama la atención en que las estimaciones indican que más del 60 % del PIB mundial se digitalizará en 2023. Por lo anterior, es claro que la Web 3.0, o metaverso, continuará será clave en el horizonte cercano.
“En 2023, más del 75 % de la población mundial estará cubierta por al menos una regulación de privacidad de datos. Este hecho duro, combinado con sanciones a tecnologías o proveedores específicos, significa que la ilusión de un ciberespacio verdaderamente global se está desvaneciendo rápidamente”, dice Control Risks.
En ese sentido, el llamado es a que las empresas que buscan oportunidades en ciberseguridad inviertan y desarrollen entornos digitales descentralizados que proporcionarán mayor agilidad, seguridad y resiliencia a quienes los adopten.
Riesgo operacional
La interrupción energética, dicen desde Control Risks, sería el principal riesgo operativo para las empresas y los gobiernos de cara al próximo año. La estrategia estará en cómo sobrevivir al golpe de altos precios y la carencia de oferta en el corto plazo.
«La energía ha regresado como el principal impulsor de la disrupción global, pero no solo estamos experimentando un evento geopolítico”, puntualizó Wack en ese sentido.
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El punto positivo es que la crisis energética trae consigo oportunidades para darle un vuelco a las fuentes primarias de generación, impulsando a las empresas e industrias a un proceso fuerte y sostenido de innovación.
Riesgo regulatorio
Finalmente, la firma explica que la unión de todos estos riesgos supone para las empresas una combinación disruptiva de intervencionismo estatal, imprevisibilidad de políticas e intenso escrutinio gubernamental.
«Nuestro principal riesgo regulatorio para el año es la turbulencia causada por las respuestas de gobiernos a condiciones económicas más duras y una mayor fragilidad fiscal. Los gobiernos de todo el mundo se centrarán en los ingresos y se esforzarán por estabilizar las finanzas estatales. Dondequiera que vayan, el mundo corporativo sentirá el impacto de una forma u otra», afirmó Wack.
La recomendación en ese sentido es que se vigile entonces de cerca el impacto y la volatilidad por culpa de la inestabilidad geopolítica y lo que represente esto para la operatividad empresarial.
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