El 8 de junio de 2023 terminó un proceso legal que se extendió por más de 6 años. Este jueves, un tribunal de arbitramento falló a favor de la Refinería de Cartagena (Reficar) en un laudo contra CB&I, encargada de la ampliación de la planta de Ecopetrol.
En una decisión unánime, el tribunal arbitral confirmó la responsabilidad de CB&I al incumplir sus obligaciones en el marco del Contrato EPC Engineering, Procurement, and Construction Contract) que fue suscrito entre las dos compañías para la ampliación y modernización de la refinería.
Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda de Colombia entre 2010 y 2012 y presidente de Ecopetrol entre 2015 y 2017, conversó con Valora Analitik sobre el impacto del fallo a favor de Reficar. El proceso empezó en marzo de 2016, cuando él estaba al frente de la petrolera.
“Fallo a favor de Reficar fue por mayores costos”
Para empezar, Echeverry da dos cifras que ayudan a poner en perspectiva la magnitud del caso. Primero, que el caso contra CB&I tomó tres años en separarse. Y, segundo, que cuando fue presentado, Ecopetrol entregó 3 millones de documentos. “Por eso la decisión demora 7 años”, apunta.
Echeverry indica que el centro del proceso fueron lo que él llama los mayores costos.
Cuando empezó la ampliación y modernización de la refinería, CB&I aseguró que esta costaría unos US$3.700 millones y que tardaría tres años. Sin embargo, la realidad fue que ambos valores se duplicaron. La ampliación se extendió por seis años, costando cerca de US$8.000 millones.
En ese sentido, el expresidente de Ecopetrol indica que todo se debió a que no hubo ingeniería de diseño. Es decir, que no se planeó el detalle de cómo se haría la ampliación. “El diseño de detalle estuvo solo dos años después, requiriéndose de más material (como acero, cableado y tubería) y de más horas hombre. La refinería nunca costó US$3.700 millones, eso fue mal calculado, costaba US$6.500 millones”.
De ahí que el tribunal de arbitramento indicara, en su decisión, que CB&I tendrá que pagar US$1.000 millones.
Pero no fue lo único. CB&I contrademandó, pidiendo que le fueran pagados US$400 millones. En el fallo a favor de Reficar también se negaron esas pretensiones.
“Todo el mundo tiene derecho a pataleo. De CB&I dijeron que fue culpa de Reficar que tuvieran problemas y dicen que sumaban, originalmente, US$400 millones. Se me hace muy significativo que el tribunal dijera que ellos son los culpables y que Reficar no les debe nada. Además, les toca pagar los intereses y abogados de la Refinería de Cartagena”, apunta.
El pecado original
No obstante, el exministro de Hacienda admite que hubo responsabilidades en distintas etapas del proceso de ampliación de Reficar.
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Para empezar, está lo que él llama “el pecado original”: que Ecopetrol aceptara el argumento de CB&I de que la ampliación costaría US$3.700 millones. “Ese error genera muchas dudas, porque una refinería de ese tamaño y en Cartagena no vale eso. Hicieron un contrato equivocado”.
Y añade, como se mencionó antes, que el proceso de ampliación no debió empezar sin ingeniería de detalles, que llevó a más sobrecostos. “Pero, por supuesto, el contratista fue el que dijo la mentira”.
Aun así, Echeverry, que salió de la presidencia de Ecopetrol en 2017, dice que, a pesar de los sobrecostos y las demoras, defiende que Reficar, que tiene un tamaño comparable con el de 170 campos de fútbol, cumple un papel importante en el país.
“Originalmente iba a producir 160.000 barriles al día, pero tiene capacidad de carga de 200.000 barriles (de diésel, gasolina y otros refinados). Entre Barrancabermeja y la Refinería de Cartagena suman 400.000 barriles al día. No creo que se necesite otra refinería. No se trata de un elefante blanco”, concluye.
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