El viceministro Técnico del Ministerio de Hacienda, Juan Pablo Zárate, dijo hoy que la devaluación del peso colombiano en relación con el dólar de Estados Unidos es la principal amenaza que puede tener la inflación, pero confía en que su impacto no será significativo.
“El principal riesgo alcista de las inflaciones básicas es el traspaso de la devaluación a la inflación. Sin embargo, hay importantes atenuantes como los excesos de capacidad instalada y muy probablemente la devaluación es de corto plazo, sin efectos sobre la inflación y los precios”, dijo Zárate.
Según el Dane, la inflación en octubre se ubicó en 3,86 %, cifra que casi bordea el rango del Banco de la República que se ubica entre 2 % y 4 %. La meta del emisor es que el indicador se ubique en 3 %.
“El incremento en la inflación se ha presentado por elementos que tienen una naturaleza transitoria como el precio de los alimentos que está ligado al tipo de cambio. Sin embargo las inflaciones básicas están muy cerca de la meta del Banco de la República”, dijo el viceministro.
Explicó que uno de los beneficios económicos que tiene el país es que hay estabilidad monetaria ya que las expectativas de inflación están ancladas y hay ausencia de desequilibrios crediticios.
Zárate dijo que, entre enero y octubre de 2019, el peso colombiano se ha devaluado 3,9 %, superado únicamente por economías emergentes como Turquía (8,1 %), Chile (6,8 %) y Suráfrica (4,8 %).
Finalizó afirmando que, desde el inicio del paro nacional el pasado 21 de noviembre, el peso colombiano se ha devaluado 1,3 %, siendo la moneda emergente que más ha perdido valor frente al dólar en ese lapso.
“Sí, los eventos de los últimos días han tenido un impacto en el mercado financiero, pero es un efecto contenido, moderado que por ahora no pone en riesgo la estabilidad de la economía”, dijo.
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