Tal como se esperaba, el informe de empleo en Estados Unidos correspondiente al mes de abril reveló cifras catastróficas, aunque ligeramente mejores a los datos previstos, debido al impacto del Covid-19 en la economía.
El país perdió 20,5 millones de empleos no agrícolas (frente a los 22 millones estimados) y la tasa de desempleo pasó al 14,7%, algo menor del 16% estimado, pero disparado frente al 4,4% anterior.
El informe de empleo advirtió que muchas personas que perdieron el empleo en abril no buscaron trabajo y tampoco están incluidas en la tasa de desocupación revelada.
El impacto de las pérdidas se reflejó en la caída de la proporción de estadounidenses en edad laboral que tienen trabajo: apenas 51,3%, la más baja desde que se llevan estadísticas.
Además de los nuevos desocupados, 5,1 millones de personas sufrieron la reducción de la jornada laboral en abril, lo que redunda en sueldos más bajos, menor gasto y la consiguiente profundización de la caída de la economía.
Por su parte, el índice de subempleo —desempleo más los trabajadores reducidos a tiempo parcial— también alcanzó una cifra récord de 22,8%.
(Con información de Cnbc)
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