En dos meses, se podría evaluar el estado de la casa de máquinas de Hidroituango para establecer su ruta de recuperación, afirmó el gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta.
Así, «a los tres meses habrá más claridad de dicho estado y de las reparaciones y construcciones que hay que hacer», precisó.
La casa de máquinas sigue inundada, tras el cierre de la compuerta 1, con una cota de 230 metros cúbicos. Tiene 10 metros cúbicos menos que antes de la maniobra.
Pero, ya no se desinunda más en forma natural. Sacar el agua tardará aproximadamente un mes, y limpiarla de lodos y sólidos, otro mes.
Londoño reiteró que todavía se espera que la primera unidad de generación esté produciendo energía en el segundo semestre de 2021.
Disminución de caudal
El gerente comentó que, si bien hay consecuencias ambientales al clausurar el paso de agua a través de casa de máquinas antes de lo previsto, se va disminuyendo cada vez más el riesgo para las comunidades aguas abajo.
“Va a haber una reducción de caudales, no hay motivo de alerta por crecientes”, indicó. Del sitio de la presa, se prevé que saldrán entre 30 metros cúbicos por segundo y 40 metros cúbicos.
La disminución de caudal se demora un día en llegar al río Nechí, pero con la descarga de las hidroeléctricas Porce II y Porce III lo compensaría.
“Cuando llegue al río Nechí, alcanzara unos 500 metros cúbicos por segundos, por las descargas de las hidroeléctricas”, aseguró.
Motivación
El cierre anticipado de la compuerta número 1 de la casa de máquinas se produjo luego de que recibieron un informe en que se alertaba que estructura de captación (tanto concreto como acero) estaba recibiendo un estrés fuera de las normas de diseño.
“No se sabía si la estructura podría aguantar un segundo, un minuto o una semana (…) Actuamos bajo el principio de precaución”, comentó.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, señaló que ahora comienza la fase de recuperación del proyecto, y que no hay conexión alguna del embalse con el sistema de descargas de casa de máquinas.