El director del centro de pensamiento Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dijo hoy que la reforma pensional que el Gobierno quiere presentar al Congreso es positiva, pero no es suficiente para solucionar los problemas de fondo de la falta de cobertura y de inequidad.
En su presentación en el Congreso de Asofondos declaró que el sistema actual es muy costoso porque el 44% de los pensionados con acceso a mesada pertenece al 20% más rico de la población y para ello se pagan cuantiosos subsidios.
Hay casos en los que ciudadanos en las mismas condiciones terminan recibiendo menos dependiendo del sistema en el que se encuentra cotizando, señaló. Eso genera arbitraje entre los sistemas que generalmente pierde el régimen público y se paga con recursos públicos.
Por ello, Mejía dijo que el país requiere tres reformas: una reforma pensional, una reforma laboral y una reforma al salario mínimo.
En la reforma pensional consideró que es necesario ajustar la edad mínima de pensión, esto a pesar de que el Gobierno ya ha dicho que ese será una «inamovible». Además, cerrar la brecha entre hombres y mujeres en edad de pensiones se hace necesario para impedir la inequidad con las mujeres en el sistema.
Añadió que sería positivo para el sistema unificar las edades entre hombres y mujeres para generar equidad.
Otra de las propuestas de Mejía desde Cartagena fue ajustar la tasa de sobrevivencia desde niveles de 100% hasta 75% para ponerse a tono con el mundo y evitar más gasto para el erario. La tasa de supervivencia es la tasa que se le paga a los beneficiarios de un pensionado que fallece y deja que sus mesadas sean recibidas por un familiar.
En cuanto a una reforma laboral, el director de Fedesarrollo dijo que se debe hacer para seguir reduciendo la informalidad tal como ocurrió con la rebaja de impuestos a la nómina en la reforma pensional de 2016.
Finalmente, dijo que se propone una reforma al salario mínimo para hacerlo diferencial dependiendo de la productividad de la zona en la que se pague.
En su opinión, no es lo mismo un salario mínimo en Bogotá frente a Chocó o Nariño en donde el costo de vida es menor y la productividad también.