El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su pronóstico de contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina en 2019 en 1,7%, pero espera que la economía salga de la recesión y comience a recuperarse para el segundo trimestre el próximo año, según el informe del personal del fondo para la segunda revisión del Acuerdo Stand-By (SBA).
El FMI espera que la recesión se extienda hasta el primer trimestre debido a la débil demanda interna antes de cambiar la tendencia en el próximo trimestre gracias al repunte de la actividad agrícola, que se recuperará de una disminución del 30 % de la producción en 2018 debido a la sequía.
Para 2020, pronostica que la economía crecerá un 2,7 %, lo que significa que espera que el efecto negativo de la crisis monetaria de 2018 quede totalmente atrasado para entonces.
Aunque el pronóstico del PIB del FMI para 2019 no cambió, el comportamiento esperado de los componentes del PIB sí lo hizo.
En su pronóstico de octubre, el fondo estimó que el consumo privado iba a disminuir un 4,6 % a/a en 2019, pero se revisó a una caída del 6,3 %.
La disminución esperada del consumo público fue revisada a 3,2 % desde 1,6 %. El pronóstico de contracción de la inversión fue revisado mínimamente a 9,6 % desde 9,5 %.
Pero la perspectiva más débil para la demanda interna fue contrarrestada por una revisión del pronóstico de crecimiento de las exportaciones, que se elevó de 5 % hasta 12,7 % a/a.
Se pronostica que las importaciones disminuirán un 9,8%, peor que el 7,6 % previsto dos meses antes.
El FMI mantuvo su pronóstico de inflación de fin de período para 2019 en 20,2 %, lo que significa que espera una desinflación brusca del 47,4 % en 2018.
Dijo además que el proceso de desinflación será respaldado por un tipo de cambio más estable, una gran brecha de producto, y una moderación en las próximas negociaciones salariales.
También prevé una menor inflación y una postura de política monetaria ligeramente menos restrictiva para permitir que las tasas de interés nominales caigan gradualmente, lo que, junto con el ajuste fiscal, ayudará a apoyar la inversión del sector privado.
El fondo proyecta que la inversión disminuirá un 0,4 % a/a en 2020, presumiblemente debido a fuertes recortes en el gasto de capital del sector público.
Cree que los riesgos a la baja son considerables
Los riesgos externos se centran en un endurecimiento imprevisto de las condiciones financieras globales, lo que podría llevar a que surjan preocupaciones sobre la capacidad del país para satisfacer sus grandes necesidades de financiamiento bruto.
La inercia mayor a la esperada en el proceso de inflación puede retrasar la flexibilización esperada de la política monetaria y generar una mayor pérdida económica durante la desinflación necesaria, anotó. Una recesión más profunda o una inflación más persistente podrían generar una oposición más enérgica a las políticas que sustentan el programa y dificultan su implementación.
La incertidumbre asociada con el ciclo electoral de 2019 puede desencadenar nuevas rondas de turbulencia en los mercados financieros y presiones en la cuenta de capital. En el lado positivo, la mayor demanda de los socios comerciales clave (en particular, Brasil) puede impulsar las exportaciones en los próximos trimestres.
En general, el FMI no es sorprendentemente optimista sobre las posibilidades de que el país se encuentre en una senda de crecimiento sostenible para 2020, pero en medio de tanta volatilidad y con las elecciones generales que se celebrarán en 2019, cualquier pronóstico para 2020 y más allá debe tomarse con cautela.
De hecho, si la economía se desempeña en 2019 como lo pronostica el FMI, con la demanda interna cayendo en picado por segundo año consecutivo, la probabilidad de que un partido de la oposición gane la presidencia el próximo año aumenta, y con eso los cambios de política serán significativos.
La perspectiva optimista para 2020 parece depender de la estabilidad política y del logro de una desinflación significativa en 2019, pero hasta el momento no hay indicios de que el enfoque de política monetaria estricta pueda romper la inercia de la inflación tan rápido.
Además, el FMI proyecta un fuerte repunte para el consumo privado en 2020 al tiempo que pronostica que los salarios reales seguirán disminuyendo.
(Reporte especial de CEEMarketWatch para Valora Analitik)