Respeto, certeza y convicción, tres valores corporativos y futbolísticos.
La llegada de Dani Alves, un jugador de 38 años, que regresa al Barcelona Futbol Club, el club donde triunfó y del que salió hace unos años. Su regreso hace algunas semanas refleja los tres valores mencionados en este artículo que aportan los trabajadores experimentados.
Eso sucede con las empresas cuando hacen esa integración exitosa entre los trabajadores con experiencia y el empuje y energía que tienen las nuevas generaciones. Se gana Respeto, un valor muchas veces poco apreciado en los equipos de trabajo, por cuenta de los celos y ambiciones que surgen en los entornos laborales.
Así como Alves refuerza esa condición, los líderes de los equipos no solo pueden aportar desde su conocimiento, la visión necesaria sino que se ganan el respeto con el ejemplo.
Recomendado: El mindfulness para empresas y equipos de fútbol
Otro gran valor que aporta Alves al Fútbol Club Barcelona es la convicción. El brasilero es un conocedor de los triunfos y la derrota, es el motor que hace falta en el equipo cuando no se puede bajar los brazos y hay que levantarse. Sabe cómo ninguno que se requiere convicción para salir adelante. Es un valor entre los líderes que muchas veces por no alcanzar un logro, se frustran, regañan, acomplejan al equipo. Un real motivador debe alentar a sus compañeros para lograr esa meta que por poco no se logra.
Por último, la certeza, que va de la mano con el anterior valor. Si no tengo la fe ciega en que estoy con los mejores, en que les puedo sacar su potencial no lograré los resultados. En eso, Alves es un ejemplo de cómo liderar a los demás compañeros y aprovechar su máximo potencial.
