El artista de ‘stand up comedy’, un género de humor relativamente reciente en Colombia, señala los principales cambios de la comedia como industria.
Diego Camargo es uno de los comediantes más reconocidos en Colombia y también en el plano internacional. Sus shows, que acumulan en 2022 ya 30 años de vida como comediante, han sido vistos en toda América Latina, donde México y Colombia son sus principales mercados. Vea más noticias empresariales.
Pero como todo emprendedor y artista ha tenido épocas difíciles, donde precisamente este último año ha sido uno de los más retadores. Por la pandemia, muchos teatros cerraron sus puertas, los que existen aún endurecieron sus requisitos para prestarlos exigiendo pagos adelantados además, todavía el público no ha regresado a los escenarios como antes de la pandemia.
Actualmente está dedicado a hacer empresa con su marca personal y continúa vinculado como socio directo de Comedy Inc, una firma creada por él que ayuda a impulsar la comedia en Colombia y que además potencia los futuros comediantes del país que ayudan al crecimiento de la industria artística.
“Hay que perderle el miedo al fracaso”
Diego Camargo inició como artista a mediados de los 90 como cuentero de la mano con el que fue su mentor, Andrés López. Por él entró en el mundo de la comedia, con sus ‘stand up comedy’ a principios del 2000. “Yo era su ‘wing man’, un ‘esbirro’ de Andrés y en esa época solo éramos tres o cuatro comediantes: Antonio Sanín, Andrés que eran como los más grandes, Gonzalo Valderrama y yo. La manera de hacer los shows era como la cuentería, que le daban los pasajes a uno, iba a una tarima formada por cuatro cajas vacías de cerveza y en ese momento me propuse cambiar eso. Esto tenía que ser una empresa, una industria”, dice Camargo.
El artista fue creando su propia marca personal de los shows y se dio cuenta que para tener su propia empresa, tenía que encontrar su voz propia y trabajar por el espectáculo, algo que en su sector es lo más difícil de obtener. Con Leonor Estrada fue dándose a conocer y dejó definitivamente su empleo como director de televisión para hacer shows por todo el país. Estrada fue la primera persona que le abrió las puertas, además, ya era reconocida por ser la mano derecha de la artista Fanny Mickey, la fundadora del Festival Iberoamericano de Teatro, uno de los eventos más representativos en Colombia.
Recomendado: Zha-Sua: marroquinería “descaradamente atrevida”
“Yo decía que si quería vivir de esto a los 80 años, tengo hoy 47, había que crear una empresa y hacer una industria de la comedia. Eso cambia por completo el concepto de todo, porque es tener un equipo detrás, contar con el mejor ‘expertise’ para llevar el show, para tener el espectáculo, contar con el mejor manager, que en mi caso es Alexandra Ramírez, una de las representantes más duras en ‘stand up’ en el país. No se trata solo de hacer reír porque para eso existen trucos. Es de tener una marca personal, algo que la gente cuando lo vea diga “Esto es sello de Diego Camargo””, indica.
No ha sido fácil trabajar en ese concepto porque para otros colegas tener un equipo detrás significa recibir menos dinero por sus presentaciones. Pero Camargo asegura que a largo plazo se ven los resultados. Además, dice que una de las mejores lecciones que ha aprendido en los 30 años de artista es que hay que perderle el miedo al fracaso. “Lo otro fundamental es perder el miedo a fracasar, creo que un emprendimiento grande si no ha fracasado, no funciona. El fracaso es una condición indispensable para ser exitoso. Si no has fracasado una vez en tu vida, no vas a poder ser exitoso nunca”, afirma.
“Yo llevo 30 años en esto y pensé que me las sabía todas, pero empezar a invertir en teatros, en un equipo, invertir en contenidos audiovisuales, ha sido difícil”, indica.
Sacando la calculadora de ingresos y gastos
Otra de las claves para Camargo ha sido el de hacer las cuentas de su empresa y sacarle la ganancia. Si por ejemplo, llega a cobrar un show en $10 millones, de entrada sabe que el 20 % debe ser para el pago de impuestos. Dice que si no se pagan impuestos, cualquier empresa, sí o sí, está destinada a desaparecer. Del resto, el 60 % se destina para el pago de sus empleados y aspectos locativos como alquiler de locaciones y publicidad. En su equipo tiene permanentemente 5 personas y dice que lo mejor es trabajar con profesionales que se identifican con su producto. “No puedes representar a una marca con la que no te identificas o no quieres”, dice. Esas personas trabajan para que sus familias tengan un ingreso mensual para vivir.
Además, dice que la clave para seguir vigente ha sido diversificarse. Por eso, hoy está orientado en ser una ‘fábrica’ de contenidos basados en el humor de Diego Camargo, con lo cual ha sacado videos, libros, presentaciones, restaurantes, bares, toda clase de formatos que tienen un sello personal.
Señala que un show vale por lo que la gente está dispuesta a pagar. Sucede como una vivienda, si el propietario dice que un vende un apartamento en $1.000 millones y pasan los meses o años y el bien no se vendió, al final ese inmueble no tenía ese precio, pues no le llegó el cliente. Con la comedia pasa lo mismo y vale la entrada lo que el espectador está dispuesto a pagar. Y en pandemia, el gasto en comedia por parte del público llegó a cero, pues es el primer rubro que se elimina de una crisis. Sin embargo, hasta con shows virtuales para las empresas Camargo logró superar la situación.
Actualmente se encuentra de gira por Colombia, donde próximamente hará su segunda presentación del año en Bucaramanga. Además, está por salir a los cines la película “Un parcero en Nueva York”, dirigida por Harold Trompetero, donde él es antagonista de la cinta con mucho humor.
En el siguiente enlace podrá consultar información de la presentación en Bucaramanga, este 17 de junio. Cupón descuento (10%) Sinlimites30años.