El presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, comentó a Noticias Caracol una propuesta que podría mejorar los ingresos de las hectáreas que se destinen a la reforma agraria del país.
Hay que recordar que el pasado domingo se firmó un acuerdo entre este gremio y el Gobierno Nacional para la compra de las tres millones de hectáreas que requiere Colombia para ejecutar el primer punto del acuerdo de paz firmado con las Farc en La Habana (Cuba).
“Hay un tema que me parece importante y es: qué tal que de esas tres millones de hectáreas, un millón fuera para el sistema silvopastoriles intensivos. Una hectárea de sistemas silvopastoriles intensivos captura entre cinco y seis toneladas de carbón al año”, explicó.
Agregó que “eso implica, además, en venta de bonos verdes un poco más de US$60 por hectárea. Un millón de hectáreas serían US$60 millones que tendrían esos campesinos como compensación de haber hecho un sistema de esta naturaleza”.
Para Lafaurie, un campesino que hoy en día tiene 20 hectáreas con 20 animales podría pasar a 20 hectáreas con 100 animales, multiplicando ese concepto por cinco veces.
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“Pero si al mismo tiempo tiene bonos verdes, podría tener un ingreso que le va a permitir constituirse en una clase media rural pujante de cara a los retos del futuro”, dijo.
Para el representante de los ganaderos en el país, “más que dignificar la vida del campesino, hay es que permitirle construir una nueva clase media capaz de generar a través de proyectos productivos”.
Además de los bienes básicos y públicos destaca que son importantes otra serie de bienes, que van desde una muy buena asistencia técnica hasta el crédito para que esos proyectos productivos les permitan a los campesinos tener un ingreso disponible “que fortalezca su condición y permita que ese actor económico tenga una respuesta productiva importante, y unos ingresos que le permitan vivir de una manera mucho más digna”.
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Lafaurie fue enfático en decir que el reto de consolidar esa reforma agraria es gigantesco, pues durante 60 años, a partir de la ley 135 de 1961, todo lo que se le entregaron los campesinos fue 1.743.000 hectáreas.
“Por consiguiente, mucho menos de 30.000 por año. Hacer 500.000 hectáreas, y hacerlo bien, con todos los instrumentos alineados para que ese campesino quede realmente en una condición productiva adecuada, no es fácil”, finalizó.
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