Según una encuesta del Grupo de Economía de la Salud (GES), de la Universidad de Antioquia, aplicada a 1.758 hogares, reveló que al 44 % de ellos les tomará por lo menos un año retornar a su margen económico antes de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el sondeo, un 87 % de estos núcleos familiares reportó una disminución importante de sus ingresos y tuvieron alguna dificultad en el último mes para cumplir con sus obligaciones.
Así mismo, según la muestra, el 60 % de los hogares debió acudir a un préstamo y, de cada 100 hogares con ingresos inferiores a un millón de pesos, 62 tuvieron que acudir a créditos.
De acuerdo con Jairo Humberto Restrepo, coordinador del GES, el efecto fundamental de la cuarentena es la reducción del ingreso, pues una economía no puede suspender del todo los flujos.
Por eso —dijo— es importante que no todas las actividades económicas se suspendan, sin perder de vista que, al mismo tiempo, es importante contener el volumen de pacientes, contagios y muertes.
Ante este panorama, el economista recomienda buscar un equilibrio entre la economía y la salud.
Interrupción de tratamientos
De acuerdo con el GES, en su sondeo se encontró que el 47 % de los hogares incluidos contaba con algún paciente crónico. De esa porción, un 40 % dijo haber sufrido alguna interrupción en sus tratamientos como efecto de la cuarentena.
Adicionalmente, el 43 % de esos pacientes crónicos que tuvieron algún quebranto de salud durante la cuarentena no acudieron a servicios médicos porque estaban solos o porque no podían a salir debido a la cuarentena.
Según Restrepo, hay dos efectos económicos directos asociados a la salud en los hogares durante la pandemia:
Ajuste al interior de los hogares en donde lo que más se perjudica son los bienes de lujo o innecesarios. En este caso, se debe revisar el presupuesto para identificar los gastos que corren el riesgo de recortarse. Por ejemplo, la medicina prepagada o las pólizas.
Con la pérdida de empleo, especialmente del empleo formal, se reducen los ingresos por cotizaciones y aumenta el tamaño de la familia.
Entonces, según Restrepo, habrá que ver si la persona pasa al régimen subsidiado o a ser beneficiarias de un cotizante. En este caso, si se reduce la cotización, necesariamente el sistema tiene que garantizar la cobertura con recursos fiscales.
Finalmente, el académico mencionó que una de las estrategias que podría funcionar para Colombia es la renta básica y un impuesto a la riqueza significativo. De manera que las familias reciban un recurso importante para sobrellevar las condiciones que impone la pandemia.
—