En la Cámara de Diputados de Chile, se votará hoy el proyecto que propone que los trabajadores puedan retirar el 10% de los aportes a sus fondos de pensiones, lo cual no es bien visto por algunos economistas sobre esta propuesta como opción para enfrentar la crisis de Covid-19.
Los economistas están divididos frente al debate de retirar fondos previsionales, pero en lo que coinciden es que no es una buena solución, ya que empeorará las pensiones.
Bajo este contexto, existen dos bandos de economistas, aquellos que creen que se podría dar la opción de retirar fondos, pero siempre y cuando luego se reintegren estos recursos; y otro grupo que estima que no debe abrirse esta puerta bajo ninguna circunstancia.
La Ocde ha dicho que las personas que hacen políticas públicas deben “permitir el acceso a los ahorros para la jubilación como una medida de último recurso y en función de circunstancias excepcionales específicas individuales”.
El organismo internacional ha advertido los efectos negativos de retirar pensión, pero también menciona que lo han hecho algunos países para enfrentar esta crisis, y otros han suspendido las cotizaciones.
En estos casos están Bélgica, Australia, Canadá, Colombia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Perú, Portugal, Eslovaquia, España, Reino Unido y EE. UU.
El gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, señala que “con este proyecto cerca de tres millones de afiliados van a quedar con saldo cero en su cuenta de ahorro para pensión, y la mayoría de ellos son menores de 40 años. Lo que se está haciendo, es que las generaciones que se van a pensionar en un tiempo más, se queden con una pensión muy por debajo de lo que deberían”.
Esto, considerando que el proyecto propone que el mínimo que se puede retirar es un millón de pesos chilenos (US$1.272), por lo que, si una persona tiene menos de ese monto en su cuenta, puede retirar todos sus ahorros, aunque sobrepase el 10%.
Entre los economistas que están totalmente en contra del retiro de fondos, se encuentra el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. “Una vez que se abre una puerta así, esta puerta, dice la experiencia internacional, no se vuelve a cerrar”, dijo la semana pasada.
A lo mismo apuntó hace unos días el expresidente del Banco Central (BC), Rodrigo Vergara: “No solamente profundiza el problema que tenemos en materia de pensiones, sino que abre la puerta para una práctica que es compleja desde el punto de vista del mediano plazo, y creo que no va a ser fácil de cerrar luego esa puerta”.
Entre los que están a favor, bajo ciertas condiciones, está el expresidente del BC, José De Gregorio, y Joseph Ramos.
Pero las propuestas que han hecho ambos distan mucho de lo que plantea el proyecto que se vota hoy en la Cámara, ya que ninguno de ellos propone que el Estado devuelva los recursos. De hecho, hay un acuerdo transversal entre economistas en que el Fisco no puede hacerse cargo de devolver los fondos, pues sería costoso y regresivo.
La propuesta de Ramos apunta a que las personas que retiren dinero posterguen en un año su jubilación. Por su parte, De Gregorio habla de un autopréstamo con cargo a los fondos de pensiones, para que quienes retiren, luego devuelvan ese dinero, por ejemplo, mediante una mayor cotización.
En tanto, el exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín, no está de acuerdo con el proyecto que se vota hoy: “Estamos cosechando la pésima imagen que ha ido construyendo el sistema de AFP a través del tiempo, y que desgraciadamente se materializa en un proyecto que no me gusta, y que espero que no desvíe la atención del desafío verdadero que tenemos que es acordar pronto una reforma de pensiones que permita incrementar sustantivamente el nivel de las pensiones”.
(Con información de La Tercera)
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