Así lo informó la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda) en una reciente publicación del balance económico de la pandemia en el sector.
De acuerdo con el reporte, el costo total para la industria de seguros en Colombia por cuenta de la pandemia ha sido de $2,9 billones, entre los meses de marzo de 2020 y octubre de 2021. Vea más noticias empresariales.
Se observa que un 82% del costo recayó en los seguros de vida, de personas y de la seguridad social, y la proporción restante en seguros generales.
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El análisis deja de lado otros ramos que sufrieron afectaciones por la pandemia, pero en un sentido contrario; es decir, que experimentaron una reducción del riesgo y de su siniestralidad; por ejemplo, las rentas vitalicias y otros productos voluntarios de pensiones que cubren el riesgo de supervivencia y que pudieron haber liberado reservas por la muerte de sus asegurados.
Algo similar ocurre con los seguros de automóviles, navegación y el SOAT, que experimentaron descensos en su siniestralidad debido a la reducción de la movilidad durante buena parte del 2020.
Seguros de vida y personas
Este ramo asegurador fue de los más afectados por la pandemia, los subgrupos de vida grupo voluntario, vida grupo deudor y vida individual presentaron incrementos de 100% durante los meses de mayor mortandad. Se han presentado más de 69.000 reclamaciones para es conjunto de ramos en su mayoría por coberturas de muerte.
De acuerdo a la publicación, han fallecido más de 151.000 personas sumando los casos confirmados y los sospechosos, según datos tomados del Dane (en el balance del Ministerio de Salud, la cifra es de 131.000 y subiendo). El cotejo de estas cifras con la información manejada por el gremio permite inferir que existe una relación directa y proporcional entre el incremento de mortalidad y siniestros de los seguros de vida.
Los otros seguros afectados son los de seguridad social, tanto aquellos que cubren los riesgos laborales como los del sistema pensional.
En el primer caso, la pandemia impuso una mayor carga por muerte, discapacidad y enfermedad de origen laboral; sumado a esto, las aseguradoras debieron asumir directamente las prestaciones derivadas de la muerte y la enfermedad del personal de salud dedicado a la atención de la pandemia.
Además de lo anterior, el Gobierno Nacional trasladó transitoriamente a las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) la responsabilidad de suministrar elementos de protección personal (EPP) a los trabajadores expuestos a la enfermedad, tanto en el ámbito hospitalario como en otras actividades riesgosas.
En este sentido, se destinaron cerca de $778.000 millones para la protección de los trabajadores colombianos frente al Covid-19. De estos recursos, $292.000 millones correspondieron a la entrega de 181 millones de EPP como mascarillas quirúrgicas, respiradores N95 y guantes no estériles.
Seguros generales
Finalmente están las afectaciones sobre los seguros generales. En este caso, el aumento de la siniestralidad provino del desplome en la actividad económica, el malestar social causado por la pandemia y el consecuente agravamiento de la seguridad y el orden público.
La disminución de los ingresos de familias y empresas dificultó la posibilidad de cumplir los contratos, destruyó millones de empleos, elevó la pobreza a niveles históricamente altos y alentó el descontento social. Esta situación se tradujo en movilizaciones masivas, muchas de ellas vandálicas, en las principales ciudades del país y en el bloqueo de los principales corredores viales.
Los seguros de arrendamiento y de daños fueron los más afectados, especialmente en el segundo trimestre del 2020, periodo en el que el confinamiento de la población y las medidas restrictivas para la actividad económica provocaron una caída del 16% en el PIB y el aumento del desempleo, que llegó al 22%.
El costo de la pandemia para el seguro de arrendamiento ascendió a cerca de $210.000 millones, según información suministrada por las compañías al gremio. La siniestralidad para el segmento de vivienda se multiplicó por 2,6 veces y para los inmuebles comerciales aumentó en un 70%.