Tanto Moody’s Investor Service como Standard & Poor’s (S&p) consideran que la crisis política que vive Perú en estos momentos no debe afectar la implementación y el desarrollo de sus medidas económicas.
“Suponemos que los contornos de la política económica y su implementación no cambiarán, a pesar de las incertidumbres, dado el historial de Perú de políticas económicas estables entre las administraciones y sus sólidos perfiles económicos y financieros. Como resultado, nuestras calificaciones soberanas en Perú se mantienen sin cambios”, dijo S&P.
Por su parte, Moody’s espera que la economía peruana sea resistente a la crisis política que vive el país.
“Aunque esperamos que la crisis política en aumento afecte el sentimiento empresarial, la inversión y la actividad económica general, esperamos que la economía del país y las instituciones de formulación de políticas económicas sean resistentes a la crisis política, como lo han sido en el pasado”, dijo Moody’s.
El pasado 30 de septiembre, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunció la disolución del Congreso, después de meses de confrontación entre los poderes ejecutivo y legislativo en medio de su inacción en un voto de confianza, y convocó a nuevas elecciones legislativas el 26 de enero de 2020.
Al mismo tiempo, el Congreso, liderado por el partido de oposición Fuerza Popular, aprobó la moción de confianza, suspendió al presidente Vizcarra durante 12 meses y juró a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como presidente en funciones. Aráoz luego renunció a su puesto como vicepresidenta y su designación como presidenta interina.
Las calificadoras coinciden en que, si bien la trayectoria económica de Perú ha sido resiliente frente a varias crisis políticas que ha enfrentado el país, la confianza inversionista sí podría verse afectada.
“Las incertidumbres políticas duraderas y las dificultades para aprobar la legislación en el Congreso podrían deteriorar el entorno de inversión de Perú. Un debilitamiento de las instituciones peruanas podría perjudicar las perspectivas de crecimiento económico, lo que podría conducir a una caída del PIB per cápita”, advirtió S&P.
Debido a estas afectaciones en la inversión que viviría Perú, Moody’s rebajó las proyecciones de crecimiento del país para 2019 y 2020.
“La fuerte recuperación en la segunda mitad de la inversión no minera que esperábamos anteriormente es poco probable ahora. Por lo tanto, estamos reduciendo nuestras previsiones de crecimiento económico al 2% en 2019 del 3,2 % y al 3 % en 2020 del 3,7 %. En cada episodio previo de inestabilidad política, la confianza empresarial disminuyó rápidamente pero también se recuperó rápidamente”, concluyó Moody’s.
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