Los precios del petróleo se dispararon hoy después de que un ataque coordinado golpeó el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita el sábado, la compañía Saudi Aramco, obligando al reino a reducir su producción de crudo a la mitad.
Los futuros del crudo Brent, el punto de referencia internacional, subieron hasta un 19,5% a US$ 71,95 por barril en la apertura, el mayor salto registrado en la historia en un día. No obstante, cerró la sesión un 14,6% arriba a US$ 69,02.
Por su parte, los futuros de la referencia WTI de EE. UU. subieron hasta un 15,5% a US$ 63,34, la mayor subida desde diciembre de 2008. El contrato finalizó el día en US$ 62,90, un aumento de US$ 8,05 o 14,8%.
En tanto, los futuros de gasolina de EE. UU. aumentaron 12,8%, o US$ 0,20, a US$ 1,75 por galón.
«Si bien a corto plazo el impacto físico directo en el mercado podría ser limitado, esto debería alejar al mercado de su ciclo macroeconómico bajista y aumentar la prima de riesgo en el mercado a medida que los fondos reducen sus posiciones cortas», dijo Chris Midgley, director global de análisis de S&P Global Platts.
Los precios del crudo bajaron de sus niveles máximos después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, dijo que estaba autorizando la liberación de la Reserva Estratégica de Petróleo para mantener los mercados «bien abastecidos».
Abqaiq, la planta más atacada el sábado, es el sitio de mayor procesamiento de petróleo y la planta de estabilización de crudo más grande del mundo con una capacidad de más de 7 millones de barriles por día.
Khurais, también afectado tras el ataque con drones, es el segundo campo petrolero más grande del país con una capacidad para bombear alrededor de 1,5 millones de barriles por día. En agosto, Arabia Saudita produjo 9,85 millones de barriles por día.
(Con información de CNBC)
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