El rastreador de crecimiento de los mercados emergentes, del Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por su sigla en inglés), cayó a 4,2 % en julio, 0,1 % menos que en junio; el quinto declive consecutivo.
La tasa de crecimiento de junio se ubicó en 4,3%, 1 % inferior a la reportada. Además, se experimentó una fuerte caída (-1,2 %) en mayo, lo que contribuyó al inicio de la tendencia a la baja que ahora se observa.
Los resultados de julio respondieron a una reducción en la contribución de las variables financieras (-1 %), el cuarto mes consecutivo, así como de los datos de la encuesta empresarial (-1 %). Por otro lado, la contribución de los datos duros fue positiva (0,2 %) después de tres meses.
“Nuestras estimaciones sitúan el crecimiento del PIB de los mercados emergentes en un 4,3 % (trimestre a trimestre) en el segundo trimestre, en línea con nuestro seguidor, después de un sólido primer trimestre (5,6%). Sin embargo, se espera un rebote de 0,3 % para el tercer trimestre (4,6 %)”, precisó el instituto.
Añadió que las crecientes tasas de interés G-3 (Alemania, Francia e Italia), las tensiones comerciales que se han extendido a la devaluación del renminbi (RMB, moneda de China) y los desarrollos idiosincrásicos en Argentina y Turquía han restringido el crecimiento agregado.
En el tercer trimestre, el ligero repunte debería deberse a una mejora en Latinoamérica (1,1 %), Medio Oriente y África del Norte (1.6%) y de los emergentes de Asia, excepto China, (4,7 %).
También se espera que la tasa de crecimiento trimestral de China mejore en 0,2 % en relación con el segundo trimestre. De lo contrario, IIF prevé que la tasa de crecimiento de los emergentes en Europa se mantenga prácticamente sin cambios en 2,2 %.
Continúa viendo vulnerabilidades de los emergentes en una escala más amplia, lo que refleja la rápida acumulación de entradas de cartera de no residentes en los últimos años, con una gran concentración en ciertos países.
Este «riesgo de concentración» es un conducto clave para el contagio. Además, su nuevo kit de herramientas para evaluar la vulnerabilidad fiscal en función de la solvencia, el refinanciamiento y el riesgo cambiario, apunta a un alto riesgo en Argentina, Sudáfrica, Indonesia, Brasil, India y Ucrania, y significativo en Hungría y Egipto.
Por otro lado, la producción industrial de Brasil aumentó en junio al ritmo más rápido registrado después de la resolución de la huelga de camioneros, pero el crecimiento aún está por debajo del promedio.
El volumen de comercio de los emergentes colapsó en los últimos dos meses, principalmente por el impacto de los conflictos comerciales, pero también por el entorno volátil de las monedas emergentes. Solo cuatro países cuyas exportaciones influyen en nuestro modelo se expandieron.
Del mismo modo, las tasas de crecimiento de las importaciones fueron positivas en solo tres países de nuestra muestra, lo que sugiere una desaceleración de la demanda interna.
“Esperamos que la actividad comercial se mantenga en un camino débil durante el resto del año”, comentó.
La volatilidad en los mercados de divisas, el aumento de los niveles de tarifas y el riesgo político están afectando el sentimiento empresarial en los emergentes.
Finalmente, su rastreador de América Latina mostró una contracción por primera vez en seis años, principalmente impulsado por la reducción en la demanda y la producción. En el caso de los emergentes en Europa y África, la tendencia a la baja se mantiene por una reducción de 2,2 % en relación con el mes pasado.