A pesar de los beneficios que brinda el teletrabajo para empleados y empresas, diversos líderes buscan volver definitivamente a la presencialidad para mejorar múltiples aspectos laborales.
La productividad puede ser medida de distintas maneras para los trabajadores que están desde el hogar, pues no se puede basar solo por cuántas horas estuvo conectado en su computador.
En Colombia muchos empleados están satisfechos trabajando en modalidad híbrida o virtual al 100 % ya que se ahorran gastos como transporte y alimentación. Además, si organizan su tiempo y prioridades, cumplen con todos sus objetivos diarios.
Pero los líderes empresariales de Estados Unidos están en tendencia de volver a la oficina del todo con un objetivo claro, sin saber si es el mejor curso de acción para todos.
¿Cuál es el propósito de volver a la presencialidad?
Los empresarios buscan que sus equipos vuelvan a las oficinas de lunes a viernes con el objetivo de mejorar la comunicación, la colaboración y lazos de equipo, ya que con la virtualidad están aislados y no pueden compartir mucho.
En una encuesta realizada en 2022 por Chief Executive, solo el 31 % de las empresas estadounidenses funcionaban en presencialidad. Eso incluyó a aquellos que no pueden operar de forma remota debido a la naturaleza de su trabajo (como fábricas y comercio minorista).
Sin embargo, esta cifra experimentó un aumento significativo de casi 50 % en 2023, alcanzando el 46 %.
Como resultado, el porcentaje de empresas híbridas se redujo del 61 % en 2022 al 48 % en 2023, mientras que la proporción de empresas totalmente remotas se redujo del 7 % al 5 % durante el mismo período de acuerdo con Entrepeneur.
Al estar en una época de cambios digitales y retadores, muchas empresas prefieren no abandonar su zona de confort y volver a la presencialidad para ver cómo van todos en sus oficios, hacer reuniones imprevistas, poder citar a alguien en la oficina del jefe, entre otras actividades.
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Por ello, cuando un empleado está laborando desde otro lugar entran a jugar los sesgos cognitivos.
¿Cómo funcionan los sesgos cognitivos en este caso?
Las decisiones y percepciones vienen de los sesgos cognitivos. Estos son errores sistemáticos en nuestro pensamiento que influyen en nuestro juicio, lo que a menudo nos lleva a tomar decisiones irracionales.
En el contexto del trabajo híbrido, dos sesgos cognitivos específicos se destacan: el sesgo del statu quo y la fijación funcional. El sesgo del statu quo se refiere a la tendencia de preferir el estado actual de las cosas al cambio, incluso cuando la alternativa puede ser más beneficiosa.
Por ello, aunque con la virtualidad empresas se ahorren gastos como el arriendo del espacio, servicios, alimentos, decoración de las oficinas y demás, prefieren ‘la vieja confiable’ y estar físicamente presentes todos los días.
La fijeza funcional es otro sesgo que dificulta la capacidad de adaptarnos a entornos de trabajo híbridos. Este se refiere a la tendencia a ver objetos o situaciones solo en términos de su uso o función tradicional.
Para el trabajo híbrido, la fijeza funcional lleva a las organizaciones a aplicar modelos convencionales centrados en la oficina a entornos remotos e híbridos, lo que en última instancia da como resultado una cultura, una colaboración, un vínculo entre equipos y una comunicación debilitados.
Por ello, aquellas compañías que han logrado mantenerse estos tres años desde la pandemia en la virtualidad han sido exitosas en cuanto a confianza, comunicación y estrategias que faciliten la vida de sus empleados y colaboradores externos.
Al hallar que no es indispensable estar bajo el mismo techo todos para realizar tareas, si cada trabajador demuestra que está en capacidad de cumplir con sus metas y horario, diversos empresarios prefieren seguir así y mejorar la salud mental y física de todos.
