La agencia internacional S&P Global Ratings confirmó hoy sus calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera de ‘A+’ y en moneda local de ‘AA-’, de la República de Chile.
De su parte, dijo que la perspectiva de las calificaciones de largo plazo es estable.
También confirmó la calificación de corto plazo en moneda extranjera de Chile de ‘A-1’ y en moneda local de ‘A-1+’. Asimismo, la evaluación del riesgo de transferencia y convertibilidad (T&C) para Chile de ‘AA’
Detalló que la perspectiva estable refleja su expectativa de continuidad de la política económica de Chile durante los siguientes tres años.
“Esperamos que el país mantenga los pilares distintivos de su economía de mercado (reglas fiscales y monetarias, apertura al comercio y a la inversión, seguridad judicial y previsibilidad) al mismo tiempo que fortalece sus políticas sociales”, dijo en un informe hoy.
También prevé el crecimiento continuo del PIB, la moderación de sus déficits de la cuenta corriente y un nivel bajo de inflación que estabilicen las finanzas públicas del país y su perfil externo.
La firma advirtió que podría bajar la calificación de Chile en los siguientes años si se presenta una combinación de una política fiscal inesperadamente laxa y un crecimiento económico menor a sus expectativas, que dé por resultado déficits fiscales mayores a lo esperado.
Eso podría contribuir a generar incrementos anuales en la deuda del gobierno general más allá de las proyecciones.
Y agregó que: “Un debilitamiento sustancial y prolongado de las finanzas públicas daría por resultado una baja de calificación. De igual manera, el deterioro inesperado de la posición externa neta de Chile o un incremento sustancial en sus necesidades de financiamiento externo bruto podría debilitar su perfil externo, lo que también llevaría a bajar las calificaciones”.
Por el contrario, destacó que la recuperación sostenida del crecimiento del PIB junto con políticas fiscales y monetarias prudentes fortalecería gradualmente la base económica de Chile.
Ello, aunado a la continua diversificación de la economía que fortalezca la resiliencia del país, podría reducir gradualmente sus vulnerabilidades externas. Un mejor perfil externo de Chile podría llevar a la agencia a subir las calificaciones en los próximos dos a tres años.