En un análisis realizado por Fitch Ratings, la entidad valoró que la tensión comercial entre Estados Unidos y China puede convertirse en un evento más largo de lo esperado, con implicaciones negativas para las empresas norteamericanas, ya que la perspectiva de aranceles adicionales, las represalias de China y las negociaciones prolongadas aumentan con el paso de los días.
Si bien las implicaciones crediticias son limitadas, la mitigación del riesgo mediante acciones de fijación de precios, ajustes de la cadena de suministro, producción localizada y diversificación del mercado final podrían aumentar debido a la necesidad de administrar la incertidumbre comercial actual, señaló Fitch.
El estado de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China es un tema importante para las compañías americanas, debido al tamaño del mercado chino, a las complejas cadenas de suministro globales y los posibles efectos en la economía global.
En este sentido, los sectores industriales y tecnológicos son los más vulnerables a las represalias debido a una mayor dependencia relativa de China para obtener ingresos. La aviación, los motores para autos, equipos tecnológicos y la soya encabezan la lista de productos estadounidenses exportados a China, según la Oficina de Censo del país.
Compañías como Boeing, Intel y Texas Instruments reciben más del 20% de sus ingresos de parte de este mercado asiático, por lo que las consecuencias serían muy fuertes de producirse contrarespuestas por parte de China.
Algunas empresas de EE. UU. tienen estrategias de reducción de aranceles, como contratos a largo plazo, mercados diversificados y producción localizada. Otras están ajustando las cadenas de suministro y elevando los precios para neutralizar el efecto de margen de las tarifas ya existentes, además de los mayores costos de materiales, fletes y mano de obra, pero podrían optar por otras medidas más fuertes.
“Creemos que la flexibilidad de los precios se mantendrá en cierta medida por la baja inflación y un mercado laboral sólido, que proporcionará al menos una compensación parcial a las tarifas más altas. Sin embargo, los costos adicionales podrían afectar negativamente los márgenes de algunas empresas estadounidenses, al menos inicialmente, incluso si el costo adicional se transfiere a los clientes, debido al retraso en el beneficio de los aumentos de precios”, concluyó Fitch en su informe.