La forma de viajar se transformó en muchos lugares del mundo desde la aparición de plataformas tecnológicas que han ampliado la oferta de hospedaje en muchos países.
Una de las aplicaciones pioneras en este sentido es Airbnb que nació a partir de una necesidad que se presentó en el 2007.
De acuerdo con Carlos Olivos, director de comunicaciones para Airbnb de habla hispana, la historia de la aplicación empezó cuando dos de los fundadores, Brian Chesky y Joe Gebbia, estaban intentando conseguir dinero extra porque no tenían cómo pagar el alquiler.
“En ese entonces, se celebraba en San Francisco (Estados Unidos) un congreso de diseño y pudieron observar en los periódicos que todos los hoteles de la ciudad se encontraban llenos”, explicó Olivos.
Entonces, agregó, “se les ocurrió la idea de comprar colchones inflables, colocarlos dentro de su casa y ofrecerlos posteriormente en una página de internet”.
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A raíz de los colchones inflables, y como se ofrecía desayuno en las mañanas, el servicio cambió a convertirse en una aplicación que se llamó en principio Airbed and Breakfast. En el año 2008, la empresa recibió su primera reserva.
Más adelante, en marzo de 2009, se cambia oficialmente el nombre a Airbnb haciendo más corto el concepto que inicialmente traían sus fundadores.
No obstante, este cambio no fue solo de nombre sino también de concepto, pues además de habitaciones, la empresa empieza a ofrecer apartamentos, alojamientos enteros y alquileres vacacionales.
La expansión internacional se da en junio de 2011 con la apertura de una oficina en Alemania, pero fue emblemática la inauguración de la sede en el número 888 de la Brannan Street en San Francisco, a pocas calles de donde se anunció el primer espacio de la plataforma.
En julio de 2014, Airbnb presenta su nuevo logotipo rosado, que es el que se conoce en la actualidad, y que se denomina bajo el nombre de ‘El Belo’.
Un año más tarde, la aplicación se convierte en el proveedor oficial de alojamientos alternativos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; y tres años después anuncia su colaboración con el Comité Olímpico Internacional durante un periodo de nueve años.
A lo largo de estos años, Airbnb completó varios hitos, como la colaboración con el ayuntamiento de Nueva York para dar alojamiento a personas desplazadas del huracán Sandy en 2012, la llegada a Cuba en 2015 y la creación de alojamientos para la crisis de Covid-19 en 2020.