En un informe sobre el dólar en Colombia, el banco de inversión J.P.Morgan dijo que el pasado viernes el Banco de la República sorprendió al mercado tras anunciar que acumularía reservas, con el objetivo de reemplazar parte de su línea de crédito flexible (FCL, por su sigla en inglés) de US$11.400 millones con el FMI para 2020.
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En ese anuncio, dijo, el emisor subastará cada mes una cantidad predeterminada de US$400 millones, que puede ser ejercida en el dólar-peso (USD/COP) si su precio oficial del día anterior cierra por debajo del promedio de los últimos 20 días.
Los analistas de la entidad llamaron la atención sobre que la última temporada del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, como ministro en el período 2003-2007 coincidió con la intervención activa del dólar desde el emisor.
Con base en esa decisión del banco central colombiano, J.P.Morgan decidió rebajar su recomendación para el peso colombiano hasta neutral (desde overweight).
En su informe señala que las valoraciones de peso “parecen menos atractivas que antes, lo que se combinó con el mecanismo de intervención”.
Aparte del efecto sorpresa, dijo, el impacto en el peso debería ser “levemente negativo” ya que la política apunta a limitar la fuerza del mercado cambiario.
El banco de inversión dijo que, además, elevó su recomendación sobre el sol peruano (PEN) hasta “overweight”, mientras permanece neutral en el resto de divisas de América Latina en general, al tiempo que tomó ganancias en sus “largos” del peso colombiano sobre el real de Brasil.
La decisión de Colombia de convocar subastas de dólares busca anticipar una reducción del monto del FCL después de 2020, pero no una salida completa de la línea de crédito.
En este sentido, J.P.Morgan señala en su expectativa en un escenario base que la FCL podría volver al rango de US$5.500-6.000 miollones que prevaleció en los cinco años hasta 2016.
Si este es el caso, añadió, un objetivo suelto para la acumulación de reservas desde ahora hasta 2020 podría ser reemplazar esa mismo cantidad.
Acumular US$6.000 millones hasta mayo de 2020 implicaría una acumulación de reservas de US$300 millones por mes.
Dicho eso, el gerente del banco emisor Juan José Echavarría expresó que la acción del mercado sería el factor determinante. Incluso sin la FCL, las reservas de Colombia se consideran adecuadas según las métricas del FMI.
Aun así, el déficit en la cuenta corriente de Colombia por encima del 3% ha sido señalado como alto y el impulso de recuperar la demanda interna en las importaciones parece estar compensando los mayores precios del petróleo.
En ese sentido, el análisis de la firma indica que el BanRep en este contexto también puede encontrar conveniente apoyarse en cualquier tendencia de apreciación de la moneda con su programa de acumulación de reservas.
El peso colombiano
El reporte de J.P.Morgan dice que el peso colombiano (COP) mejoró frente a las demás divisas emergentes (EM FX) en los últimos meses, y en “los niveles actuales las valoraciones parecen menos atractivas que antes”.
Mientras tanto, “las perspectivas más amplias para los mercados emergentes aún merecen precaución ya que las presiones emergentes pueden mantenerse a pesar del rally reciente”.
Los datos de actividad sugieren riesgos a la baja para las previsiones de PIB, dijeron los analistas, con riesgos tales como una mayor y abrupta reducción de los flujos de capital hacia emergentes.
Dicho esto, J.P.Morgan nota que las perspectivas a mediano plazo para el COP todavía parecen ser sostenidas, con el COP actualmente 9% más barato
(es decir, desviado positivamente) en relación con su último promedio de 20 años de acuerdo con el índice J.P. Morgan REER, que muestra una mejora relativa a los últimos meses, y en su modelo de tasa de cambio de equilibrio conductual sugiere un alza para el peso.
Es probable, dijo, que un nuevo mecanismo de intervención evite movimientos bruscos de fortalecimiento del COP.
Históricamente, el BanRep ha implementado varias estrategias para intervenir en su mercado de divisas, pero el mecanismo que utilizará para acumular reservas es similar al 2008.
En resumen, el emisor subastará cada mes una cantidad predeterminada de COP a través de opciones «put.»
Al respecto, los codirectores del banco central han expresado su comodidad con una moneda más débil dado el relativamente alto déficit de corriente de Colombia.
Por lo tanto, algunos participantes del mercado pueden considerar esto como el objetivo principal de la nueva política, y por lo tanto una señal muy bajista para el COP.
“En nuestra opinión, el motivo del BanRep no es debilitar la moneda per se, lo que podría haber hecho a través de la intervención directa como lo hizo en 2013-14, pero para acumular reservas para compensar la posible reducción de la FCL. Hacemos la distinción porque esto nos permite proyectar la cantidad probable de reservas que podría desear acumular, aunque Echavarría mencionó que no tienen una cantidad en mente”, añadió el reporte conocido por Valora Analitik.
La acumulación de aproximadamente US$6.000 millones citada anteriormente dejaría las reservas del país en US$53.500 millones (US$47.500 actuales más US$6.000 millones), que podría ocurrir durante alrededor de 15 meses si se subasta al ritmo anunciado de US$400 millones por mes.
Tasas de interés
El Banco de la República, agregó el informe, hizo un ajuste implícito a su pronóstico de déficit de la cuenta corriente del 3,2% del PIB previamente a un nivel «similar a que se registró en 2017 «o alrededor del 3,4% del PIB, “lo que refleja la modesta ampliación en el déficit observada en el segundo trimestre de 2018”.
“Seguimos viendo al BanRep en espera (en sus tasas de interés) hasta marzo de 2019, seguido de un ciclo de alzas de 100 pb hasta 5,25% en julio”, estimó J.P.Morgan.
El crecimiento se recupera a un ritmo consistente con el potencial (3,4% para el primer trimestre de 2019) respalda la estimación del banco de inversión para que el BanRep se desplace de su postura «ligeramente expansiva».
Además, es menos optimista frente a la estimación del emisor sobre que la inflación al final del 2018 será de 3,4% y en el 2019, de 3,5%.
“Dicho esto, no descartamos un inicio más temprano del ciclo de alza de tasas si surgen presiones externas inesperadas. Junto con el estrechamiento de los diferenciales de tasas de interés en medio de una política más ajustada de la Fed, creemos que las autoridades querrán estar al menos de nuevo en territorio neutral a mediados de 2019”.[/content_control][login_widget]