El Banco Mundial entregó un nuevo informe en el que actualiza sus proyecciones macroeconómicas para Colombia de cara a 2022, al tiempo que ratifica la de 2023 y expone el pronóstico que espera para el año 2024.
Indica el informe del Banco Mundial que, gracias a un arrastre de un 2021 en el que la economía de Colombia creció más de lo esperado, el país seguirá teniendo réditos positivos durante este 2022.
Lo anterior se materializa con una expectativa de crecimiento del PIB de Colombia en 2022 del orden del 4,4 %, un dato que mejora desde el 4,1 % del informe presentado por el Banco Mundial durante enero de 2021.
Haciendo la salvedad de que el grueso de las economías del mundo deberá esperar lo que ocurra con el comportamiento de la inflación, la economía de Colombia va a desacelerarse durante el 2023, creciendo al 3,5 %, un comportamiento que no se modifica desde la anterior previsión.
El comportamiento de la economía colombiana estará condicionado, a ojos del Banco Mundial, a que el país pueda hacer sostenido su proceso de reactivación, anclado cada vez menos al comportamiento del consumo y cada vez más cerca de la inversión.
Otras perspectivas
Con esto de base, desde el Banco Mundial también informaron la previsión de crecimiento de la economía Colombia para el año 2024: se prevé que el país va mantener el crecimiento arriba del 3 %, esta vez más cercano al 3,3 %.
A la espera de la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, países como Colombia van a tener que seguir de cerca el comportamiento de los precios, sobre todo aquellos que están anclados a los alimentos y energéticos.
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Sobre la perspectiva regional, el Banco de la República también actualizó sus proyecciones de PIB. En ese sentido, el organismo multilateral ahora espera que el PIB de América Latina se expanda 2,3 % en 2022, un dato que es menor cuando se compara con el 2,7 % del anterior informe.
La baja en la perspectiva todavía tiene en cuenta el hecho de que la región debe afrontar consecuencias de la crisis económica que dejó la pandemia del Covid-19. El análisis tiene presente que, en el lado positivo, la vacunación está bastante avanzada en toda la región, las empresas están contratando nuevamente y los colegios están reabriendo.
“Sin embargo, las cicatrices a largo plazo de la crisis permanecen y requieren atención. Las tasas de pobreza aumentaron al 27,5 % en 2021 y todavía están por encima de los niveles anteriores a la COVID-19 del 25,6 %, mientras que las pérdidas de aprendizaje podrían provocar una disminución del 10 % en los ingresos futuros de millones de niños en edad escolar”, recalca el informe.
Por lo demás, el Banco Mundial asegura que el contexto mundial es de gran incertidumbre.
“En el largo plazo, sin embargo, los desafíos del cambio climático serán aún más apremiantes, lo que nos obliga a transitar con urgencia hacia una agenda de crecimiento más verde, más inclusiva y que eleve la productividad”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe en el Banco Mundial.
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