Cesar Arias, director de Crédito Público de Colombia, le explicó a Valora Analitik cuál es el plan de cara al perfilamiento de la deuda pública del país y cuáles son las salidas que ha decidido tomar el Gobierno Nacional para hacerle frente a la crisis.
Según el funcionario, en enero la planeación fiscal obligaba a hacer un esfuerzo extra para encontrar siete puntos del Producto Interno Bruto (PIB), pero en la planeación del marco fiscal las necesidades se duplicaron, para pasar a necesitar 15 puntos del PIB.
De ahí que el Gobierno acudiera a varios mecanismos, uno de esos la emisión de deuda pública, que en enero y julio representó un total de US$4.000 millones (más de $15 billones).
Bajo el panorama de haber tenido un buen comportamiento, Arias confirmó que el país podría subastar hasta $6 billones en deuda interna en lo que queda de 2020 para prefinanciar el 2021.
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Pero sobre la necesidad de recursos de cara a la fase de atención y reactivación por la crisis por el coronavirus, Arias también se refirió a los otros mecanismos que ejecuta Colombia con la banca multilateral. Y habló sobre la ampliación de la línea flexible de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“En las fuentes externas el último componente que nos faltaba era el de la línea del FMI, que se hizo oficial hace dos semanas”, dijo el funcionario, quien agregó que Colombia monetizará los US$5.000 millones y no prevé usar más de ese cupo.
Pero ¿de dónde sale la urgencia de haber llevado a cabo estas operaciones? Arias aclaró que lo primero que hay que ver es el tamaño de las necesidades de financiamiento, por el orden de $130 billones, que es el doble de lo que usualmente el país enfrenta para financiamiento.
Lo anterior se explica porque los ingresos caen por menor recaudación y los gastos suben por los programas de atención de la pandemia. “$83,4 billones sería el déficit, que serían 8,2 puntos del PIB”; así mismo, hay que tener en cuenta las amortizaciones, que son vencimientos de deuda interna y externa de 2020.
“En la línea interna están los TES (o títulos de tesorería) que se iban a vencer en 2020 por $4,3 billones, “eso ya está pago. Por amortizaciones fue un año bajo, tuvimos que amortizar cerca de $11 billones”.
Aclaró en este punto Arias que a pesar de la prefinanciación de TES para 2021, el Gobierno Nacional no esperaría que las subastas bajen.
Y finalmente habría que tener en cuenta un punto nuevo: el pago de obligaciones atrasadas, causadas de hace años correspondientes a sentencias, acuerdos de punto final con el sector salud, entre otros, por valor de $12,5 billones.
Con esa fotografía, que en principio plantea ciertas dificultades, desde la Dirección de Crédito Público resumen el panorama de la siguiente manera: “el déficit tiene un comportamiento en línea con lo esperado, aunque hay riesgos”.
Que la pandemia valga más de lo presupuestado en 2020 es un riesgo que el Gobierno Nacional tiene acotado. “Si bien hay subejecuciones, no quiere decir que esos gastos pasen a 2021”.
Al final, la estimación del Gobierno es que la pandemia pueda costar cerca de tres puntos del PIB, “inicialmente pensamos que iba a costar eso en 2020, pero va a estar moviéndose entre 2020 y 2021”, concluyó Arias.
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