El presidente de Conconcreto, Juan Luis Aristizábal, atendió hoy varias inquietudes respecto al proceso de reorganización que solicitó la empresa ante los posibles impactos por el fallo de la Contraloría General de la República respecto a su responsabilidad en Hidroituango como subcontratista y parte del Consorcio CCC Ituango que completan Coninsa Ramón H. y Camargo Correa.
El primer impacto por esta situación ha sido el reputacional en el mercado, pero la ley protege todas las acreencias de los stakeholders para que la empresa continúe operando e incluso adquiera nuevos contratos.
Aristizábal reafirmó que la compañía seguirá con continuidad en la operación. «Nosotros no estamos insolventes y estamos al día con los proveedores, obligaciones financieras e impuestos a los que está sometido el negocio”. (Ver más Empresas)
Esto pues para el presidente de Conconcreto tras el impacto del Covid-19, la empresa está registrando una franca recuperación y duplicando el backlog, que asciende a más de $3 billones, respecto al mismo periodo del año pasado.
Incluso registra un importante crecimiento en regiones estratégicas como el sur de Florida en EE. UU. la cual cobrará mayor importancia ante las oportunidades que ven allí y las posibles limitaciones que verían en Colombia con una ratificación del fallo del ente de control sobre Hidroituango.
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En este sentido, destacan sus operaciones en proyectos de vivienda en Florida sumando un backlog de US$191 millones y 758 unidades que suman US$243,3 millones en ventas totales.
A pesar de su ingreso a reestructuración, el directivo reiteró que su sólida operación permitirá conseguir financiación en sus proyectos estratégicos como el Tercer Carril Bogotá-Girardot y la Malla Vial del Oriente en Antioquia. No obstante, no hay certeza sobre el segundo fallo de la Contraloría ni los tiempos en que se pueda conocer.
Posibles impactos si se reafirma fallo de Contraloría
“Un fallo de esta naturaleza no debería ser un fallo solidario que involucra a tantos actores y responsabilidades en el proceso”, dijo.
“El único riesgo es que se ratifique el fallo y se dé una inhabilidad”, explicó Aristizábal, pero ante esa situación que no espera Conconcreto, la compañía no quedaría inhabilitada para ejercer su operación en mercados como EE. UU., mientras que, en Colombia, en ese escenario estaría inhabilitada como Conconcreto, podría ejercer mediante filiales o subsidiarias.
No obstante, por ahora, no hay inconvenientes para adquirir nuevos créditos pues la empresa ha sido autosostenible durante mucho tiempo. Sin embargo, mientras esté en reorganización, Conconcreto no podrá hacer desinversiones, aclaró el directivo.
“Queremos destacar que la compañía crece y nuestro patrimonio es uno de los más sólidos de las empresas constructoras del país… Estamos entre las cinco primeras empresas, concentrados en agregarle valor a los clientes”, enfatizó Aristizábal.
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El presidente de la empresa reiteró que, a la fecha el consorcio CCC Ituango ha cumplido todos los compromisos contractuales y Conconcreto no ha recibido información de EPM sobre deficiencia en la calidad de materiales, cronograma u otro incumplimiento adicional.
“Esperamos que todas las diferencias conocidas en medios de comunicación se subsanen, la compañía de seguros pague la póliza amparada y se cumplan con los compromisos en materia de generación de energía que tiene Hidroituango”, dijo el presidente de Conconcreto.
Aristizábal reafirmó que, con o sin Hidroituango, Conconcreto debe salir adelante, pues “vamos a pasar por un proceso en el que firmaremos con los acreedores un acuerdo y después de eso seguiremos operando normalmente y con nuestro crecimiento”.
Concluyó que “si somos responsables por algún fallo o error de omisión en este o cualquier proyecto, estamos dispuestos a reconocer nuestros errores y conciliar con nuestros clientes”.
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