J.P.Morgan dio a conocer un nuevo comentario sobre lo que se espera sea el comportamiento de la inflación en Colombia de cara a las próximas semanas.
Un primer punto de análisis se centra en que las expectativas de inflación continuaron aumentando en la más reciente encuesta mensual de analistas del Banco de la República.
Con esto de base, desde J.P.Morgan se espera que la inflación de marzo vuelva a ser alta, luego de que los datos de enero y febrero llevaran la inflación de Colombia al 8 %.
“La expectativa mediana del consenso de diciembre de 2022 ahora se ubica en 6,42 %, un aumento de 98 puntos básicos desde febrero y de 194 puntos básicos desde principios de año”, agrega el documento.
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Adicionalmente, explica la firma que las expectativas de inflación, a más largo plazo, siguen estando menos afectadas, lo anterior haciendo la salvedad de que también siguen subiendo.
Otras perspectivas de inflación
“Nuestra previsión, revisada nuevamente la semana pasada para reflejar precios más altos de los alimentos más que los precios de los combustibles (que están subsidiados), es de una inflación del 6 % para diciembre (por debajo del pronóstico mediano de consenso) y del 4,3 % a fines de 2023”, dice el documento.
Al tiempo que se espera desde J.P.Morgan que el Banco de la República mantenga su decisión de elevar las tasas de interés en su próxima Junta Directiva.
“Vemos un aumento sin precedentes de 150 puntos básicos en la reunión de fines de marzo al 5,5 %”, dice el análisis. Entendiendo también que la incertidumbre por las elecciones puede seguir elevando las expectativas de inflación.
“Al partido de Gustavo Petro le fue bien en el Congreso y está listo para ganar escaños luego de un recuento, pero ese cuerpo permanecerá muy fragmentado sin una coalición mayoritaria en el lugar, mientras que la elección presidencial aún puede polarizarse en una reñida carrera entre los bandos a favor y en contra de Petro”, agrega el documento.
Finalmente, para J.P.Morgan es cuestión de alerta el hecho de que el candidato Gustavo Petro se haya referido al uso de decretos de emergencia para implementar su agenda sin el Congreso.
Posición esta que “preocupa para la perspectiva política, incluida la posibilidad de presión sobre el banco central”, concluye el análisis.
