La inflación en Brasil retrocedió al 4,18 % en abril, siendo el dato más bajo en dos años y medio. Así lo informó este viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IGBE).
La inflación en Brasil consolida así su tendencia a la desaceleración, luego de alcanzar el 12,13 % (pico), en abril del año pasado.
Vale la pena resaltar que la inflación interanual en Brasil terminó 2022 en el 5,79 %. Desde enero ha caído desde el 5,77 % hasta el actual 4,18 %.
Al hacer el análisis de forma mensual, en abril del 2023 la inflación fue de 0,61 %, diez puntos porcentuales por debajo del dato de marzo (0,71 %).
De acuerdo con el reporte del IGBE, los nueve grupos de productos y servicios encuestados aumentaron en abril.
La mayor incidencia (0,19 pp) y la mayor variación (1,49 %) se presentaron en la división de salud y cuidado personal.
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Le siguen alimentos y bebidas (0,71 %) y transporte (0,56 %), contribuyendo con 0,15 pp y 0,12 pp, respectivamente.
Los demás grupos estaban en el rango entre el incremento de 0,08 % para comunicación y de 0,79% para vestuario.
¿Qué viene para Brasil con la caída de la inflación en abril de 2023?
De acuerdo con Andrés Abadía, economista jefe para América Latina en Pantheon Macroeconomics, la senda de la desaceleración de la inflación en Brasil plantea un escenario de recorte de tasas de interés para el segundo semestre.
La política del Banco Central de Brasil, de mantener la tasa de interés en el 13,75 % por seis meses, ha recibido duras críticas por parte del presidente Lula, quien es partidario de una reducción con fines de ayuda social.
“Además, la perspectiva de inflación sigue siendo benigna durante el próximo trimestre, gracias a mejores condiciones de suministro, una demanda interna más suave, el efecto rezagado de condiciones financieras más restrictivas y precios bajos de las materias primas”, apuntó Abadía.
No obstante, el analista también señaló que probablemente la inflación suba en el tercer trimestre, pero por efectos base. La tendencia a la baja se retomaría en octubre.