El economista senior internacional en Credicorp Capital, Diego Camacho, hizo un análisis sobre las probabilidades de que, con la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos en 2021, se disipe la polarización política en este país, ¿cuáles fueron las conclusiones?
Cerca de tres semanas después de haberse adelantado las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el desarrollo del proceso de certificación del ganador por parte de las autoridades electorales, expone de manera precisa las tensiones políticas que han caracterizado la conducción de los asuntos públicos en esta nación durante los últimos años.
Según Camacho, en medio de las denuncias de fraude electoral y de la batalla legal adelantada por la campaña Trump 2020, la negativa del actual presidente a reconocer una eventual victoria del candidato demócrata, ha servido una vez más para que el debate sobre la polarización política encabece los titulares de los medios de comunicación.
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Dentro de las premisas de Camacho está que la polarización no desaparecerá o disminuirá con la llegada del gobierno de Biden a la Casa Blanca; de hecho, podría permanecer.
Por un lado, porque las diversas manifestaciones políticas y populares a favor del actual presidente, permiten anticipar que para una fracción no despreciable de la población y del partido republicano, un gobierno demócrata estaría manchado por la macula del fraude, minando de esta manera su legitimidad social.
Por el otro, porque incluso si este tipo de descalificación no se presentara, la agenda a favor de mayor regulación estatal en varios aspectos de la esfera económica y social, como la impulsada por los demócratas, generará un elevado nivel de resistencia política, de forma similar a lo observado en la administración Obama.
De acuerdo con Diego Camacho, los procesos de elección por mayoría tienden a aglutinar la diversidad de posturas políticas en torno a dos grupos en contienda, de manera que los individuos se puedan alinear con el discurso más afín a sus intereses mientras se procura maximizar la probabilidad de victoria.
Así las cosas, según Camacho, en el contexto de esta nota no se entiende por polarización a un proceso en donde cada grupo obtiene cerca de 50 % de los votos, sino que se hace referencia, a la ampliación de las diferencias ideológicas al interior de la sociedad, de forma que, la brecha en las agendas políticas se hace tan marcada, que dificulta de manera sistemática la construcción de consensos. “Esta precisión resulta útil en el análisis de coyuntura, pues contrario a la mayoría de los análisis, hace énfasis en el proceso y no en un individuo o un grupo”, aclaró el analista de Credicorp Capital.
Para el economista, la mayoría de los medios de comunicación y líderes de opinión han coincidido en señalar que el mandato del demócrata, allanaría el camino para que la polarización desaparezca en Estados Unidos. “Bajo esta lógica, la personalidad histriónica, políticamente incorrecta y con tintes de autoritarismo de Donald Trump es responsable de que los republicanos se hayan atrincherado en el ‘Trumpismo’, lo que a su vez explica la radicalización ideológica de los demócratas. Aunque actualmente tal argumentación es ampliamente aceptada, en la práctica no solo es imprecisa, sino inconsistente, tal y como suele ocurrir con los señalamientos ‘ad hominen’”.
El análisis de la postura ideológica de los estadounidenses revela que la polarización política no empieza bajo la administración Trump, sino que de hecho su gobierno es la respuesta al incremento del distanciamiento político observado en años anteriores, específicamente bajo la administración de Barack Obama, de la cual Joe Biden fue actor principal, explicó el economista senior internacional en Credicorp Capital.
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Entre tanto, Diego Camacho también expuso que, aunque se suele considerar a Barack Obama como modelo de unidad y de lo políticamente correcto, fue a partir de su administración que el partido demócrata dio un giro decidido a la izquierda del espectro político, de forma que los moderados (centro) han dejado de ser mayoría.
“Lo importante de esto último no es incurrir en el error de buscar un ‘responsable’ de la polarización, sino enfatizar que, por encima de los personajes, existe un proceso en donde el debate de las ideas sobre el rol del estado y el papel de individuo, han cobrado más vigencia de lo que se pudo imaginar a finales del siglo XX”, concluyó Camacho.
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