A pesar de que desde Europa y Estados Unidos empiezan a llegar buenas noticas conforme a la aparición de vacunas efectivas contra el coronavirus, el hecho de que estas aterricen de manera masiva hasta 2022 abre la puerta a que la región deba seguir cerrada por un tiempo mayor.
Bajo ese panorama, Argentina sigue siendo una de las naciones más golpeadas por la pandemia y por la acumulación de periodos (previos a la pandemia) de complejidad económica.
De acuerdo con el más reciente informe de perspectivas económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), se espera que Argentina termine 2020 con una caída del 12,7 % de su PIB (empeora desde el 11,2 % de junio). Aunque crecería un 3,7 % en 2021 (mejora desde el 3,2 % de la previsión de junio).
Ese país, al igual que la mayoría de economías de la región, deberá poner la lupa sobre el comportamiento del desempleo.
Pero también será necesario tener presente que “el financiamiento monetario del elevado déficit fiscal aumenta la presión sobre la inflación y la brecha entre la tasa de cambio oficial y la paralela”, dice el informe.
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En México, que junto a Brasil son foco de la pandemia en América Latina, se espera una contracción económica del orden del 9,2 % a cierre de año (esperaba una caída del 10,2 % en junio), que se compensará, en parte, con un rebote del 3,6 % durante 2021 (mejora respecto a junio, cuando se esperaba un 3 %).
Explica la Ocde que, en ese país, el crecimiento económico vendrá impulsado por las exportaciones, “sobre todo de las empresas manufactureras integradas en las cadenas de valor mundial. El consumo privado se recuperará ligeramente, ayudado por la robustez de las remesas, la lenta mejora del mercado laboral y la mejora de la confianza a medida que una vacuna efectiva sea distribuida”.
Brasil por su parte, espera la Ocde, caerá 6 % en 2020 (antes era del 6 % la contracción), por el alto número de contagios y muertes a cuenta del coronavirus. Aunque en 2021 el rebote llegaría a ser del 2,6 % (empeora desde el 3,6 % de junio), para 2022 se espera un crecimiento del 2,2 %.
“La inflación se mantendrá por debajo de la meta y la provisión abundante de liquidez, inclusive mediante una tasa de interés en mínimos históricos, apoyará la inversión”, dijo la Ocde sobre Brasil.
Finalmente se verá obligado ese país, como la mayoría de economías de América Latina, a liderar reformas fiscales que ayuden a recuperar parte de los gastos que dan forma a una deuda considerablemente alta y un tanto riesgosa para las perspectivas de inversión y estabilidad del próximo año.
Y Chile tendrá, de los países más importantes de la región, la recuperación más significativa. El PIB que proyecta la Ocde es del -6 % para 2020 (la perspectiva de junio daba cuenta de un -5,6 %), pero el rebote de 2021 alcanzará un 4,2 % (antes estimaba 3,4 %).
“El consumo privado será el principal motor de la recuperación, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno para apoyar a los hogares, y una mejora gradual del mercado laboral sostenida por los subsidios a la contratación”, explica la Ocde.
