Aumentar la cobertura del sistema social y los auxilios a las comunidades de clase baja y media fue una de las tareas que se trazó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al llegar a la Casa Blanca, una misión que ha sido esquiva por su apretada participación en el Senado.
No obstante, los demócratas lograron anotar un triunfo parcial con la aprobación del presupuesto de US$3,5 billones destinados únicamente a la respuesta federal al cambio climático y la ampliación de los programas sociales.
La misiva contó con el respaldo de las 50 curules demócratas y fue rechazada por 49 republicanos. Ahora pasó a manos de la Cámara de Representantes, que la tendrá en su agenda durante las próximas semanas. Si bien los demócratas son mayoría en esa instancia, los republicanos pueden retrasar las votaciones a través de enmiendas. (Ver más de Internacional)
La inyección de recursos permitirá regularizar a migrantes irregulares y ampliar su acceso a derechos en el país, incluir los servicios odontológicos y otras atenciones secundarias dentro del sistema de salud, además de fortalecer los apoyos para las familias clase media y baja.
Bernie Sanders, integrante de la comisión de presupuestos del Senado, defendió la misiva indicando que permitirá “crear empleos bien pagos para las familias trabadoras de Estados Unidos”.
Biden consideró que “un voto en contra de este plan es un voto en contra de reducir el costo de la atención médica, la vivienda, el cuidado de los niños, de los ancianos y los medicamentos recetados para las familias estadounidenses”.
La proposición consolida el plan de los demócratas de aumentar la cobertura social y enfocar su agenda en las prioridades de la clase media y los estadounidenses trabajadores. A su vez, es blanco de críticas de los republicanos porque contempla aumentar los impuestos para los más ricos para financiar las cuestiones sociales.
Sanders sentenció que “es el momento de que las personas más adineradas de este país y las grandes corporaciones paguen las partidas justas de impuestos”, afirmando que las intervenciones de lobistas y abogados han hecho que, algunas, no cancelen los montos que corresponden.
Esta iniciativa constituye el segundo intento de la Casa Blanca de ampliar la respuesta social, después de que los republicanos presionaran al mandatario a eliminar esos asuntos del Plan de Infraestructura que aprobó el Senado el pasado martes diez de agosto.
—
