En Colombia, las cifras obtenidas a través de subastas online ascienden a los $150.000 millones, según Superbid Colombia.
Superbid, multinacional brasilera cuenta con presencia en Panamá y Costa Rica, actualmente tiene una gran subasta de camiones y otros activos de impacto nacional e internacional.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define a la subasta como la venta pública de bienes en donde se adjudica un artículo al mejor postor. Sin embargo, sus orígenes son remotos y se relacionan con la antigua Grecia en donde se utilizaba este método para la concesión de minas y la venta de esclavos.
Desde allí, la subasta ha sido durante años, la opción más utilizada en el mundo al momento de llevar a cabo un proceso de venta seguro, transparente y con el cual se obtenga el mejor precio sobre un bien. Así pues, desde elementos valiosos como obras de arte y antigüedades hasta procesos licitatorios han utilizado esta modalidad que va más allá de una simple transacción, ya que está asociada al mundo de las matemáticas y la “teoría del juego”.
Para Paul Milgrom y Robert Wilson- economistas estadounidenses galardonados con el Premio Nobel de Economía en 2020 por sus aportes al mejoramiento de la teoría de las subastas- esta modalidad engloba un conjunto de mecanismos, reglas y estrategias que pretenden diseñar un modelo de mercado que sirva para fijar un precio óptimo a la asignación de un bien.
En esto coincide, Helena Balcázar, gerente general de Superbid Colombia – multinacional pionera en el desarrollo de subastas por Internet en Latinoamérica – quien afirma que es tal la trascendencia de este modelo de negocio en la cotidianidad que, hoy en día, lo podemos ver reflejado en procesos de liquidación de activos, asignación de licitaciones gubernamentales, remates privados, entre otros, democratizando así, el acceso a mercados anteriormente restringidos a través de la filosofía “gana gana”, en la cual ambas partes (vendedor y oferente) resultan beneficiados.
De esta manera, entidades públicas, bancarias, aseguradoras, consorcios, sector petrolero, energético, minero, han optado por incursionar en esta modalidad de subasta, ya no solo en el formato tradicional, sino a través de mecanismos digitales en los cuales se ha aprovechado la tecnología para mejorar el proceso brindando así, mayor accesibilidad, transparencia y seguridad a los usuarios. Pero ¿cómo funciona esta modalidad online?
Subasta: De lo presencial a lo virtual
Y es que las subastas en línea han logrado posicionarse en el mercado debido a la facilidad del proceso. Según cifras de Superbid Colombia, durante el 2022, se han subastado a nivel nacional 3.537 lotes de equipos industriales, chatarra, vehículos, informática, mobiliario, electrodomésticos, maquinaria pesada y agrícola, inmuebles y proteínas animales alcanzado un valor aproximado de $150 mil millones mediante la realización de más de 500 subastas en línea.
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Por eso, cuando una empresa tiene la intención de subastar algunos de sus artículos, se realiza una visita de inspección en la que se alistan, se valoran y, posteriormente, se publican las características del bien a través de la plataforma. A partir de ese momento, la subasta está abierta y el mercado comprador tiene la disponibilidad de revisar el activo y coordinar una visita de inspección antes de tomar la decisión de ofertar.
Gracias a la sistematización de este canal de venta y a la transparencia que trae consigo la eliminación del factor humano en su manejo -debido a la implementación de un software patentado automático- el comprador es el único que interviene en el desarrollo de la subasta, teniendo la posibilidad de ver en tiempo real, quién está ofertando, quién está haciendo contrapeso y en qué valor de oferta se encuentra el bien de su interés, esto desde cualquier lugar y/o dispositivo conectado a internet.