Dinamarca detuvo hoy la vacunación para el Covid-19 con las dosis de la farmacéutica AstraZeneca después de la muerte de una persona vacunada causada por un coágulo de sangre grave. Es el último país que se suma a la decisión de Austria, que ha detectado la muerte de una enfermera joven y una reacción grave de otra persona por trombosis tras serles administradas esta vacuna.
Además, Luxemburgo, Letonia, Estonia y Lituania también han dejado de vacunar con el antídoto de la farmacéutica británica hasta que la Agencia Europea del Medicamento estudie la situación y aporte más información. La ministra de Sanidad española, Carolina Darias, ha confirmado que esta misma mañana está desarrollándose una reunión de los expertos de esta institución para analizar a fondo la situación en Europa.
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En ninguno de los casos de las víctimas se ha podido probar, por el momento, la relación directa entre los trombos y la inyección contra el Covid-19. Así lo comunicó la propia Agencia Europea del Medicamento, en relación a las reacciones en Austria, a falta de la información hecha pública hoy por Dinamarca. Ni siquiera AstraZeneca incluye esta patología como un efecto secundario de su vacuna.
Sin embargo, el vínculo en varios casos entre la administración de la vacuna y la muerte por trombos días después ha puesto en alerta a estos países, que han preferido detener el proceso y acudir a la Agencia Europea del Medicamento en busca de respuestas.
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«Todavía no sabemos si los coágulos de sangre y la muerte de un ciudadano se deben a la vacuna, pero ahora debe examinarse a fondo por motivos de seguridad», ha declarado Tanja Erichsen, directora del departamento de la Agencia Danesa de Medicamentos, según el diario Politiken.
Las autoridades sanitarias danesas han asegurado que la decisión ha sido difícil, especialmente en un momento en el que el plan de vacunación necesita de todas las vacunas de las que se pueda disponer para continuar inmunizando a la población.
«Pero precisamente porque vacunamos a tantos, también debemos responder con atención oportuna cuando se tiene conocimiento de posibles efectos secundarios graves. Necesitamos aclarar esto antes de que podamos seguir usando la vacuna de AstraZeneca», expresó Søren Brostrøm, portavoz del Ministerio de Sanidad.
(Con información de El Economista)
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