En un nuevo informe de la coyuntura laboral en América Latina y el Caribe, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dieron a conocer que, en el segundo trimestre de 2020, 47 millones de personas perdieron su trabajo por cuenta de la crisis por el coronavirus.
Lo crítico de la situación está en que esos nuevos desempleados no encontraron una “vía rápida” de reincorporación a la fuerza de trabajo, “o debieron retirarse del mercado laboral al verse inmovilizados por las medidas de confinamiento domiciliario”, dice el informe.
La OIT y la Cepal vuelven a hacer un llamado en dos sentidos: el primero, recuperar la mayor cantidad de puestos de trabajo otorgando a las empresas estímulos de inversión y facilidades de ejercicio. El segundo: entregar transferencias directas a las personas más vulnerables.
De momento, el organismo tiene una visión pesimista para el mediano y el largo plazo. Recuperar niveles prepandémicos en materia tasa de empleo, en el mejor de los casos, va a demorarse tres años.
“Si la tasa de crecimiento medio del Producto Interior Bruto (PIB) se mantuviera estable en un 3,0 %, solo recuperaría los niveles de 2019 en 2023. Sin embargo, con la tasa media del 1,8 % registrada en el último decenio, habría que esperar a 2025 para que el PIB recuperara los niveles de 2019”, dicen la OIT y la Cepal.
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Apalancar entonces el crecimiento de más puestos de trabajo en sectores de desarrollo sostenible será fundamental toda vez que es allí donde las organizaciones ven más oportunidades de motivar la llegada de inversión extranjera.
Lo anterior “además de implementar políticas industriales y tecnológicas que fomenten la capacidad productiva en los países y aumenten la competitividad”.
Finalmente se van a necesitar políticas públicas con especial énfasis en reducir la brecha laboral en las mujeres, jóvenes y migrantes. Estos últimos son base fundamental para motivar el envío de remesas a los países en vía de desarrollo.
El informe también deja ver que la pérdida de puestos de trabajo afectó en mayor medida a los jóvenes, cuya tasa de ocupación media se redujo 7,8 puntos porcentuales, mientras que la caída fue de 7,3 puntos porcentuales en el grupo de 25 o mayores.
“En términos de empleo, la crisis sanitaria afectó sobre todo a los grupos vulnerables y agudizó la desigualdad en el mercado de trabajo. Las mujeres se han visto sumamente afectadas por la pérdida de empleo y la reducción de la participación en el mercado laboral. Una idea estratégica debe conectar el desarrollo sostenible con la creación de empleo”, concluyeron en declaración conjunta Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, y Vinicious Pinherio, director de la oficinal regional de la OIT en América Latina.
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