Las presiones a la baja de las calificaciones soberanas en América Latina y el Caribe continúan con una perspectiva negativa y ninguna positiva, comunicó hoy Fitch Ratings en un análisis sobre la coyuntura regional.
La calificadora sostiene que esto se ve así debido a la perspectiva de crecimiento de la región que se ha deteriorado en los últimos meses, en medio de persistentes contratiempos externos e incertidumbres de política interna. Esto a su vez aumenta los desafíos que enfrentan muchos países para consolidar las cuentas fiscales y estabilizar las cargas de la deuda pública.
Desde su último resumen de crédito soberano en el segundo trimestre, de siete calificaciones soberanas en la región, seis fueron negativas. Esto incluyó una rebaja a México a ‘BBB’ desde ‘BBB +’ y una breve calificación de ‘RD’ para Argentina cuando reestructuró su deuda a corto plazo en moneda extranjera y moneda local.
Las calificaciones y perspectivas para Bolivia, Colombia y Surinam también se revisaron a negativo desde estable. Ecuador fue una excepción con su perspectiva revisada a estable desde negativa, debido a la disminución de las restricciones financieras, respaldada por el programa del FMI, que también desbloqueará otros fondos multilaterales.
“Las presiones negativas de calificación en la región reflejan en parte un entorno macroeconómico generalmente más débil. Hemos revisado a la baja nuestro pronóstico de crecimiento regional para 2019 a 0,7% desde 1,9%. Un crecimiento mundial más lento, así como la volatilidad de los precios de los productos básicos, vinculada en parte a las persistentes incertidumbres relacionadas con el proteccionismo comercial, es un desafío externo clave para América Latina. Los efectos negativos derivados de la profundización de la crisis argentina y las incertidumbres políticas y de reformas específicas en cada país también influyen en la confianza y la actividad interna en sus vecinos. El impulso de reformas económicas y fiscales necesarias para impulsar el crecimiento de la productividad y aumentar la inversión, reducir los déficits y estabilizar la deuda pública en varias economías grandes es limitado”, advirtió Fitch en su reporte.
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