En un conversatorio con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), Jorge Castaño, superintendente financiero de Colombia, hizo un balance sobre cómo se comporta el sistema financiero local, en relación con sus pares de la región, por cuenta de la crisis por el coronavirus.
De acuerdo con Castaño, los periodos de gracia en créditos son un medidor relevante de lo que puede estar ocurriendo con el comportamiento en el pago de obligaciones de parte de los consumidores.
Colombia es el país con más alivios de este tipo en créditos otorgados si se hace la relación con economías similares, en niveles similares de confinamiento.
Mientras en el país el 42,6 % de la cartera de crédito cuenta con este tipo de beneficios, en Chile el periodo de gracia ya impacta al 28,9 % de la cartera. En Panamá y Ecuador el número baja hasta 22,8 % y 20 %, respectivamente.
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Las naciones con menor indicador en ese sentido son México (16,9 %); Brasil, con el 14,6 %; y Paraguay, que apenas llega al 8,3 %. Aunque esto no quiere decir que el sistema financiero colombiano se encuentre desprotegido o en riesgo por la coyuntura.
Hay que recordar que varios analistas, incluso el mismo gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, han dicho que lo que permite tener un golpe menos fuerte de esta emergencia es que el sistema financiero se mantiene sólido ante el cierre del comercio, la crisis del mercado petrolero y la caída del comercio internacional.
Y es que, según cifras presentadas por Castaño, del total de periodos de gracia otorgados, solamente el 4,08 % corresponde a cartera vencida. Así mismo, los periodos de gracia llegan, en promedio, a ser de 3,6 meses.
Pero hizo la salvedad el superintendente de que “la terminación de estas medidas (hacia el tercer trimestre de 2020) unida a la persistencia del efecto de la coyuntura sanitaria sobre la actividad económica y, por ende, sobre los deudores, justifica la adopción de medidas adicionales”.
La Superintendencia cree entonces que la extensión de esos beneficios urge toda vez que la Encuesta Reactivar Colombia (en la que participan la Universidad del Rosario, Cifras y Conceptos, entre otros) encontró que, en el país, 45 % de las personas medidas perdió su empleo por la pandemia, mientras que el 73 % de los hogares tuvo una reducción de sus ingresos en cerca del 10 %.
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Lo anterior sin contar que el 42 % de los empresarios encuestados cree que va a cerrar su negocio a causa de la emergencia por el coronavirus.
De ahí que la segunda ola de ayudas pueda ser una herramienta fundamental para esa masa de personas que se están viendo afectadas por la pandemia. El Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD), de la Superintendencia Financiera, es uno de estos. La iniciativa irá desde el primero de agosto y hasta el 31 de diciembre.
«Hay una línea de trabajo más estructurada para empezar transiciones a una reactivación económica para que el sistema financiero preserve su estabilidad, dándole espacio a los deudores de poder redefinir las condiciones de sus créditos», complementó Castaño.
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