Representantes de la oposición y el régimen de Nicolás Maduro que gobierna Venezuela adelantan acercamientos desde mediados de agosto, en México, para buscar puntos en común sobre la crisis política del país suramericano.
Las conversaciones exploratorias han abordado la eventual participación de los principales partidos opositores – los que están en el G-4, Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular- en los comicios que elegirán alcaldes, gobernadores y demás autoridades regionales.
Las conversaciones se dan contra el tiempo porque este miércoles primero de septiembre vence el plazo para presentar las candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Los candidatos del oficialismo ya están inscritos, pero, de participar en los comicios, la oposición tendría que anotar a todos sus postulados en un lapso maratónico.
El pasado viernes se rumoró que ese día se confirmaría la participación de la oposición en las elecciones de noviembre, pero la noticia quedó en vilo ese día. Y, durante el fin de semana, tampoco se ratificó el llamado a las urnas. (Ver más de Internacional).
Recomendado: Remesas: el factor que activa la economía de los hogares de Venezuela
Se espera que este lunes 30 de agosto o el próximo martes 31 los integrantes de la mesa de diálogo anuncien la convocatoria a las elecciones. Fuentes cercanas a la oposición detallaron que no está previsto dicho anuncio se dé este lunes.
De participar en los comicios, los opositores irían bajo la sombrilla de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la plataforma creada en 2008 por las principales colectividades que se han enfrentado a las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Las elecciones del 21 de noviembre de 2021 podrían ser históricas. Desde que el régimen orquestó su propia reelección en 2018 la oposición y el oficialismo se han mantenido distanciados y en el pueblo venezolano hay una marcada desconfianza a la plataforma electoral del país.
Actualmente, el CNE cuenta con dos rectores que no son de corte oficialista, una cuestión que da un vaho de confianza a los electores y podría servir como instrumento para legitimar los comicios ante la comunidad internacional.
—