La incertidumbre en Colombia viene siendo cada vez más un factor que influye en el clima de negocios y en la disposición para invertir, determinado por los mensajes y políticas gubernamentales.
Recientemente, se han presenciado cambios en la postura del Gobierno y el caso más reciente ha tenido que ver con el incremento en las tarifas de peajes, tras su congelamiento en enero de 2023.
Inicialmente, los valores se iban a actualizar dos veces -en diciembre próximo y enero de 2024-, pero el presidente Gustavo Petro cambió esta disposición.
Así las cosas, el Gobierno determinó un cambio en este frente, con lo cual las tarifas de peajes se incrementarán en enero y luego en julio del próximo año.
Esta incertidumbre plantea diversas preguntas para los concesionarios, cuya principal fuente de financiamiento se basa en los peajes.
A esto se suma el hecho de que ahora se le pediría Sacyr tener una licencia ambiental para llevar a cabo el megaproyecto del Canal del Dique.
Según ha dicho en varias ocasiones, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, el instrumento ambiental que ya se aplicó es insuficiente.
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Los efectos del cambio en las reglas de juego por parte del Gobierno
Estos y otros cambios suscitan interrogantes sobre sus implicaciones en los proyectos y sus posibles impactos.
Daniela Corchuelo, asociada de Posse Herrera Ruize, se refirió al tema de peajes: «El Decreto 050 genera incertidumbre, no es clara la gradualidad o el esquema que se va a implementar, sino que le deja la tarea al Ministerio de Transporte se ven como se normaliza el tema de tarifas.”
Enfatiza en la necesidad de un diseño gubernamental meticuloso y planificado para establecer un esquema tarifario gradual que aborde este desafío.
«El Gobierno enfrenta el reto de crear un esquema tarifario gradual y cuidadosamente planeado para el aumento de tarifas», agregó.
Además, destacó la importancia de un enfoque gradual para equilibrar la estabilidad de las concesiones y el progreso de la infraestructura vial, considerando simultáneamente la situación de los usuarios y las dinámicas sociales relacionadas con las tarifas.
«Después de un año sin aumentos, la implementación de dos incrementos significativos probablemente no sería bien recibida por la comunidad. Es crucial encontrar un equilibrio que no impacte negativamente en este sentido», dijo.
Por su parte, Miguel Castro, socio de la firma Rincón Castro, apuntó que: “La incertidumbre persiste respecto a la actualización conforme al IPC en los contratos, no se tiene certeza sobre si se realizarán las actualizaciones correspondientes al IPC 2023 y 2024. Esta falta de claridad podría desembocar en que los peajes no actualizados sean cubiertos por todos los contribuyentes a través de compensaciones o demandas al Estado”.
La incertidumbre, claramente, parece tener un impacto significativo en los inversionistas y empresarios.
Según la encuesta de Opinión Industria Conjunta de la ANDI, revelada este martes, las empresas enfrentan obstáculos como las tasas de interés (20,6 %) y la incertidumbre derivada de reformas e inestabilidad política (18,7 %) al intentar desarrollar proyectos de inversión en Colombia.
Además, el informe llama la atención por el elevado número de empresarios que buscaría ubicarse en otro país por este y otros factores.
Entre los motivos está, primero, la cercanía al lugar de destino de los productos (43,8 %) y en segundo lugar se ubica la incertidumbre económica que se viene presentando en el país (41,1 %).
Por otro lado, Cristina Vásquez, socia de Posse Herrera Ruiz, no cree que haya un cambio de reglas de juego en el sector de la infraestructura.
“El presidente dijo claramente que iba a darle cumplimiento e iba a honrar los contratos que están suscritos de cuarta y quinta generación de concesiones y por supuesto los de tercera, segunda y primera que todavía están vigentes”
Y agregó: “Más que un cambio en las reglas de juego, entendemos que adicional al portafolio de proyectos carreteros, portuarios y aeroportuarios el gobierno quiere hacer énfasis en los proyectos sociales”.
Vásquez afirma: “Creemos en efecto que no hay un cambio en las condiciones en el sector de infraestructura, al contrario se sigue apostando al crecimiento del sector y a la generación de empleo a través de estos grandes proyectos, que no solamente contribuyen al crecimiento del Producto Interno Bruto, sino que genera impacto positivo en las regiones aledañas a los proyectos”.
