La agencia de calificaciones Fitch Ratings no ve, de momento, un panorama económico más crítico ni más positivo del que tenía en mayo de este año. De acuerdo con la firma, la economía mundial seguirá con una caída del 4,6 % a cierre de 2020.
Parte de que la previsión de Fitch siga siendo del -4,6 % se debe a que algunas de las economías más importantes del mundo mantienen una reapertura sostenida de la mayoría de sus actividades productivas.
Fitch ve signos más fuertes de fortalecimiento económico gracias a un mejor comportamiento de las ventas minoristas especialmente en Estados Unidos, España y Reino Unido. Pero también a mejores números de empleabilidad en Estados Unidos, toda vez que las solicitudes de subsidios de desempleo cayeron de 2,4 a 1,5 millones en las últimas dos semanas.
Con lo anterior, la nación norteamericana, de acuerdo con Fitch, mantiene una proyección del -5,6 % para la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 2020.
La otra explicación está en que China continúa en recuperación sostenida, tanto que Fitch ve un mejor comportamiento de su PIB a cierre de 2020. La previsión para la potencia asiática ya no es de un crecimiento del 0,7 %, sino del 1,2 %.
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Otro pronóstico que mejoró en este análisis, en comparación con mayo, es el de la zona euro, que ya no caerá sobre el 9,6 %, sino que lo hará a niveles del 8 %.
El análisis más positivo se debe, entre otras razones, a que “al menos 45 millones de trabajadores ya están inscritos en esquemas de subsidio laboral en el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España, lo que equivale al 28 % de la fuerza laboral combinada”.
Hay que recordar que estas mejoras tienen en cuenta los anuncios en términos de alivio fiscal que se han dado desde las algunas economías. Los países que componen el Fitch 20 anunciaron, en promedio, medidas fiscales de alivio del 7 % del PIB.
Brian Coulton, economista jefe de Fitch Ratings, sin embargo, hizo la salvedad sobre un cabio de escenario al afirmar que: “es probable que la elevada incertidumbre laboral, junto con el comportamiento de distanciamiento social en curso, tenga un gran peso en el gasto de los hogares durante los próximos 18 meses”.
Los únicos análisis que entregó Fitch sobre América Latina correspondieron a los datos de Brasil y México que, por ser foco del coronavirus en la región, tendrán peores desempeños al pronóstico de hace dos meses. Brasil pasa de tener una previsión del -6 % al -7 % para 2020 “a pesar de la flexibilización de las políticas fiscales”.
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Mientras que en el caso de México el aumento pasa del -7,8 % en mayo, al -9 % “con un bloqueo más largo de lo esperado y los datos entrantes ahora apuntan a una disminución del 15 % en el PIB en el segundo trimestre de 2020”, según la agencia calificadora.
Otras proyecciones
Fitch es más pesimista sobre lo que pueda ocurrir en 2021. Mientras en mayo creía que el crecimiento global estaría por el 5,1 %, para el análisis de junio estableció la cifra en 4,9 %.
Se espera que el crecimiento sea sostenido hacia 2022, cuando la cifra llegaría al 3,4 %. “Aunque anticipamos cierta pérdida del PIB potencial después de la crisis, prevemos que el PIB de Estados Unidos recuperará los niveles del cuarto trimestre de 2019 en el segundo trimestre de 2022”; mientras la zona euro lo hará en el cuarto trimestre de 2022, lo que le da para tener “un rendimiento relativamente lento, aunque más rápido para después de la crisis financiera mundial”.
Finalmente, el análisis de Fitch deja ver que el precio promedio del barril de petróleo estaría del orden de los US$35, una estimación que está en el margen mínimo propuesto por Colombia en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Aunque se espera un mejor precio para 2021: del orden de los US$45. En 2022 el valor retornaría a los US$53.
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