La calificadora Fitch Ratings mantuvo la calificación AAA soberana de EE. UU. respaldada por fortalezas estructurales que incluyen el tamaño de la economía, el alto ingreso per cápita y un entorno empresarial dinámico, pero degradó este viernes la perspectiva de estable a negativa, al advertir de un alto riesgo de que la deuda y el déficit aumenten debido a la crisis por coronavirus.
«La perspectiva ha sido revisada a negativa para reflejar el actual deterioro de las finanzas públicas estadounidenses y la ausencia de un plan creíble de consolidación fiscal«, indicó la agencia en un comunicado.
Fitch agregó que estas cuestiones ya se destacaron en la última revisión de calificación de la agencia el pasado 26 de marzo, incluso previo a las consecuencias por Covid-19.
Esto pues ya se registraron altos déficits fiscales y deudas en un camino ascendente a mediano plazo, incluso antes del inicio del shock económico precipitado por el coronavirus.
De hecho, EE. UU. contaba con la deuda pública más alta cuando se compara con cualquier soberano AAA antes de la crisis y ahora Fitch proyecta que ésta supere el 130% del PIB para 2021.
“Ahora, el análisis de la dinámica de deuda de la calificadora indica que el ratio de deuda con respecto al PIB podría estabilizarse temporalmente desde 2023 si los saldos fiscales vuelven a los niveles previos a la pandemia, pero solo suponiendo que las tasas de interés se mantengan muy bajas”, agregó.
Según la agencia, esto ha comenzado a erosionar las fortalezas crediticias tradicionales de EE. UU.
Otro riesgo que citan es la posibilidad de un estancamiento político después de las elecciones presidenciales de noviembre porque ninguno de los partidos obtendrá una mayoría en el Senado de 60 escaños.
