Fitch Ratings revisó a negativas las perspectivas de los sectores bancarios de Perú y Colombia y mantuvo la de Chile también en negativa.
“El impacto del coronavirus en la economía real, así como una fuerte caída en los precios de los productos básicos, el petróleo y el cobre en particular, desafiarán los perfiles financieros de los bancos colombianos, chilenos y peruanos”, dijo Fitch.
Añadió que el entorno operativo sigue siendo un factor de gran influencia para las calificaciones de los grandes bancos en todos estos mercados y cualquier acción de calificación negativa sobre el soberano probablemente conducirá a un ajuste similar al punto medio o la tendencia de este factor.
“Actualmente, alrededor de dos tercios de los bancos calificados por Fitch en la escala internacional en Perú, Colombia y Chile tienen calificaciones de emisor por defecto (IDR) que están en el techo soberano o del país. Las IDR soberanas de Colombia y Chile están en perspectiva negativa”, dijo la calificadora.
“Con la excepción de los bancos que se benefician del apoyo institucional de una matriz altamente calificada, Fitch no calificaría a estos bancos por encima del soberano dados sus perfiles financieros actuales. Sin embargo, Fitch señala que los beneficios del apoyo institucional son sensibles al deterioro de la solvencia crediticia y / o la propensión de su matriz a respaldar a sus subsidiarias. Las calificaciones nacionales también podrían verse presionadas si una entidad experimenta un mayor deterioro en su perfil crediticio en relación con sus pares nacionales”, agregó.
Finalizó destacando que los bancos han comenzado a implementar medidas para ayudar a los prestatarios que están en mayor riesgo que incluyen la reestructuración de la deuda, la ampliación de los períodos de gracia y la reducción de las tasas de interés.
“En Colombia, tales medidas no afectarán el historial crediticio de los prestatarios, luego de una resolución del regulador. Las autoridades locales también están flexibilizando los requisitos reglamentarios bancarios sobre las clasificaciones y el aprovisionamiento de préstamos, permitiendo el uso de reservas contracíclicas para pérdidas crediticias y aumentando el acceso a líneas de redescuento, y brindando garantías de crédito para las pequeñas y medianas empresas para aliviar el impacto de la pandemia en la economía. Los bancos también dependen cada vez más de los canales digitales para proporcionar sus servicios principales”, concluyó.
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